Capítulo 3: La fuga

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El viernes previo a los exámenes finales de Lana, en punto de las 11:00 am -término del descanso- sonó el celular de Lana.

-¿Si?

-¿Lan? Soy Jean

-¡Mi vida! ¿Qué pasó, todo bien?- preguntó mordiéndose el labio

-¡Excelente! Te tengo una sorpresa

-¿Una sorpresa?

Hanna y Valerie la miraron tras decir aquello pues todas las "sorpresas" que Jean le habían dado hasta el momento, no habían resultado muy bien que digamos...

-¿Qué es?- preguntó con cierta incertidumbre y nerviosismo en la voz 

-Asómate a la puerta de la escuela

Lana y sus amigas, se encontraban en el tercer piso del primer edificio de la escuela, por lo que solo tuvo que acercarse al barandal para poder tener una imagen clara de la entrada, la calle y la avenida principal a su izquierda cuando un Spark amarillo, llamó su atención. Se encontraba estacionado en el lugar de siempre y el propietario sentado en el cofre del auto mirando en su dirección.

-¿Qué hace Kellan afuera?- preguntó ella mientras saludaba al susodicho con la mano

-¿Crees poderte fugar de la escuela?

Lana miró a sus amigas, quienes le devolvían la mirada expectante.

-Emm, yo, no sé. ¿Por qué quieres que me fugue?- susurró ya que la señorita Brown, maestra de Álgebra, pasó detrás de ellas

-¿Fugarte?- articuló Hanna, a lo que Lana solo le hizo una seña para que esperara un momento

-¿Es necesario que te diga que en ocho horas, los chicos y yo, tendremos nuestra primer presentación para conseguir que te fugues?- soltó Jean al otro lado del teléfono

-¡Hey chicas! Ya finalizó el descanso ¡A clases!- gritó la señorita Brown, que se había detenido a final de pasillo para mirarlas

-Si Miss, ya vamos- respondió Valerie con voz chillona

-Amor, pero faltan ocho horas

-Es que ahí va una segunda parte de la sorpresa, previo a la presentación, habrá una rueda de prensa

-Uff, ok pero, ¿Cómo lo lograré?- preguntó nerviosa mientras miraba a la maestra que ya había colocado ambas manos en su cintura y las miraba fijamente

-Eres muy lista, se te ocurrirá algo- y colgó

-Señorita Jordan, ¿Debo confiscarle ese teléfono para que usted y sus amigas se dirijan a su clase?- dijo la maestra mientras se acercaba a ellas con la mano extendida

-No Miss, lo siento- y guardó el celular en la bolsa del suéter

-¡Hey! ¡Ustedes!, el timbre sonó hace cinco minutos, ¡A clase o las reporto!- gritó Camil desde el extremo opuesto al pasillo

-¡Ejem!, señorita Conelly, ya estoy yo, viendo la situación, muchas gracias

Camil Conelly es la prefecta, o al menos una de las 10. Se encargan de supervisar todos los asuntos relacionados con la conducta de todas las alumnas, lo cual incluye, que estén todas en sus respectivos salones al término del descanso. Todas son estrictas, pero si hubiese un reconocimiento a "La más estricta del año", Camil se lleva el título. Son chicas egresadas del ENC College, que fueron tan ejemplares en sus años estudiantiles que la directora les ofreció el empleo, y como era de esperarse, aceptaron encantadas.

-Lo siento Maestra Brown, compermiso- y se fue

-Bueno, no se demoren más, las vigilaré desde aquí- les dijo una vez que Camil se fue

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⏰ Última actualización: Jul 17, 2015 ⏰

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