Karven el justiciero misterioso

CAPITULO 9: LA TORMENTOSA NOCHE

Llegue a la guarida y ahí estaban los chicos, cuando me vieron se quedaron completamente callados. El jefe me hiso una seña para que me acercara y dejando mi mochila a un lado lo hice.

Me senté en el suelo y los chicos igual. De un momento a otro ya había comenzado el juego. Todos hablaban entre sí, pero nadie me hablaba a mí. Era como si no existiese, pasamos varios minutos así, jugando, tomando y a veces riendo.

Yo fingía estar contento junto a ellos, pero por dentro sabia quiénes eran realmente... ya no podía verlos con los mismos ojos. Llego un momento en el que ya no podía tomar más y simplemente decidí dejar de jugar. 

Se los dije a todos y estos aceptaron tranquilamente, me sentía mareado y casi ni podía moverme. Honestamente no era la primera vez que me pasaba, pero debía tener cuidado.

Los chicos siguieron jugando y de pronto me dormí un rato. No se cuánto tiempo, pero cuando abrí los ojos, escuché a el jefe decir.

-Bien, entonces asaltaremos un supermercado en la madrugada.

-Que... - dije mientras comenzaba a recuperar la conciencia.

H: Ya despertó ¿ahora?

J: Nada, chico hoy tendrás el día libre es todo.

Y: Ya acabo el juego.

K: ¿En serio? Agh

Me levanté despacio y me senté en el sofá, Yeit estaba desocupando todo, mientras que el jefe y Brelco conversaban sobre algo, que obviamente no podía saber.

K: Yeit ¿van a robar otra vez? 

No- contesto nerviosamente

K: Vale.

Luego del juego, todos se despidieron y regresaron a sus casas, yo también estaba a punto de regresar, pero aun tenía la duda en la cabeza. Notaba a todos mis amigos ocultándome algo... sabía que robarían de nuevo y esta vez estaría dispuesto a detenerlos.

Fingí no saber nada y me regrese a casa, pero en realidad me había escondido y esperando unos minutos a que sea de madrugada, logre observar cómo los chicos sacaron una camioneta y se fueron del garaje. 

No lo pensé dos veces y comencé a seguirlos. Aunque la camioneta era más rápida que yo, así que no paso mucho tiempo para que los perdiera. Pero eso no me detendría, corrí lo más rápido posible para intentar ver la camioneta o al menos saber a dónde iría, pero lo último que pude ver fue que giro a la derecha para después perderlo de vista otra vez.

Mi cansancio hizo que me detuviera un segundo, seguí caminando, pero agotado, llegue a la esquina en donde volteo e intente ver a todos lados, pero no había rastro. Maldición, estando tan cerca... no puedo dejar que cometan otro robo. No...

En eso logre ver la camioneta estacionada muy al fondo y justo en frente de un supermercado. Supe de inmediato que ahí estaban así que corrí de nuevo y dispuesto a enfrentarlos.

Antes de entrar, me quede pegado a una puerta y por la ventana de esta note a mis amigos enmascarados y con armas, tenían a cinco rehenes y un guardia de seguridad, uno llenaba las bolsas de dinero y otro vigilaba a los rehenes, mientras que los otros dos no sé muy bien que hacían.

De pronto note como una persona de los rehenes intento escapar cuidadosamente, pero este hizo un golpe que alerto a todos, uno de los chicos saco su arma a punto de dispararle, pero de pronto y sin pensarlo, entre al supermercado y agarrando una canasta se la lance al chico evitando su disparo.

El rehén evidentemente escapo y yo estaba ahí... parado y con todos mirándome asombrados. Era obvio que estaba en problemas, pero no permitiría una muerte en medio de todo este caos.