CAITVI: Después la Tormenta

4. Decisión.

Vi despierta la mañana siguiente, después de tomar un vaso de agua se asoma por el pequeño balcón de su habitación. Pensando en lo mucho que le había dedicado Ekko a su habitación.

Vi veía a los niños jugar con inocencia afuera, recordando la inocencia que perdió hace tantos años en aquel puente.

De repente, alguien golpea la puerta. - Adelante. - Dice Vi. Era Ekko, el cual cierra la puerta al pasar.

- Hey, Violet. - Se le notaba algo preocupado. - Ekko, qué bueno verte. - Vi le sonríe mientras Ekko intenta mantenerse tranquilo, teniendo una ligera maña de acariciar su propio brazo para calmarse.

- Supongo que no estás aquí para darme los buenos días. ¿Vienes a hablar conmigo, no? - Pregunta Vi. - Sí, mejor tomemos asiento. - Ekko sentía como sus piernas temblaban y eran tan frágiles como espaguetis.

Ekko y Vi se sientan en el borde de la cama. - Vi, seré claro. No es por presionarte pero, sé que viniste aquí con uno o dos objetivos. Y tengo que decirte que debes dejarlos atrás si quieres quedarte aquí, y ser parte de la resistencia. -

Vi asciende con la cabeza, entiendo a Ekko. - Lo sé. Aunque quiero conservar uno de mis objetivos. Ekko, ambos sabemos que me necesitas de tu lado, no solo por la fuerza, sino por la paz mental que te brindará mi apoyo. Hagamos un trato. - Ekko mira fijamente a Vi, interesado, sin interrumpirla en ningún momento. - Tú me ayudarás a conseguir el paradero de Caitlyn Kiramman, y yo me uniré a la resistencia. -

Ekko sonríe, aliviado, todas sus preocupaciones de ese momento se habían desaparecido. - Bien... Ya veo que tienes asuntos pendientes, ¿No? - Vi se ruboriza de vergüenza. - Algo así... Digamos que le debo una disculpa. -

Ekko empieza a reír burlándose. - ¿Y qué tipo de disculpa le darás?, ¿Crees que te acepte ese tipo de disculpas? Ella parece una chica de clase. -

Vi se enfada, roja de la vergüenza. - Basta, Ekko. Esto es serio. - Ekko deja de reír mirando a Vi, confundido. - ¿Quieres tener una chance de recuperarla, no? - Vi asciende con la cabeza viendo hacia otro lado, su silencio decía más de mil palabras.

Ekko se levanta. - Bien, empezaremos a buscar pistas de su paradero. No sé si lo sepas, pero ahora es la sheriff. Así que no es tan fácil de ubicar. - Vi se encoge de hombros. - Lo sé, por eso quiero tu ayuda, confío en ti, Ekko. -

Ekko se retira de la habitación de Vi, sin antes hacerle un último comentario. - Deberías de arreglarte para el reencuentro... Solo digo. -

Vi se mira en el espejo del cuarto, detallándose, y luego mira a Ekko algo enojada. - Deberías de retirarte. - Ekko ríe, y se despide de Vi.

Vi sabía que estaba desarreglada por todo el trayecto, llevaba un día sin haberse bañado, y peor aún, su ropa estaba hecha un desastre, en estos años no pudo conseguir ropa en buen estado.

Vi estaba decidida, iba a recuperar a Caitlyn, fuese lo que fuese.