En un mundo donde los deseos son más poderosos de lo que imaginamos y los celos pueden desatar tormentas, surge una historia donde la búsqueda de un lugar perfecto se convierte en la clave para alcanzar todos los sueños.
En este rincón especial, do...
Nos encontrábamos en el aeropuerto, mi hermano y yo, despidiendo a nuestros padres antes de que tomaran su vuelo. Yo también estaba por viajar a Washington unos minutos después.
Al otro lado de la terminal, vi a Jules con su padre. Siempre era una escena especial verlos juntos. Fred le hablaba con esa mezcla de ternura y orgullo que uno solo ve en un padre, y ella le prestaba atención con una sonrisa genuina.
La conexión entre ellos siempre me había impresionado: tan unidos, tan amigos, como si entendieran cada pensamiento del otro sin necesidad de decir mucho. Mientras los observaba, me di cuenta de que ella siempre parecía más segura y feliz cuando estaba cerca de Fred, como si él fuera su refugio y fortaleza al mismo tiempo. Era el tipo de relación que uno no veía todos los días, y yo no podía evitar admirar ese vínculo único que compartían.
-Aaron... piénsalo bien, no dejes que Connor se vaya a trabajar con Cindy. Él es abogado y tu amigo, será un mejor representante para ti que cualquiera de tu equipo actual -le recomendaba mi padre, y Aaron asintió, dándose cuenta de que no había considerado esa opción.
-Jason, llámanos apenas llegues a Washington, déjanos tranquilos sabiendo que llegaste bien -me pidió mi madre.
-Y no te preocupes por la reunión; será un éxito. Solo elige lo que te haga feliz y te dé paz. No pienses en el dinero, eso llegará por sí solo -añadió mi padre, con una sonrisa alentadora.
-Lo haré, gracias... No se preocupen, estaremos bien -les dije, intentando transmitirles tranquilidad.
-Somos geniales juntos, ¿no? Vamos, podrían fingir que nos extrañaran muchísimo, así como Fred a Julia -bromeó mi hermano, sonriendo.
El anuncio de la salida de su vuelo sonó por los altavoces, y mientras observábamos a Julia y su padre abrazarse, parecía que se estaban despidiendo por años, no solo unas semanas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-¿Pueden fingir ser tan buenos y dulces como Julia es con su padre? -rió mamá, antes de abrazar a Aaron, mientras papá me rodeaba con sus brazos, llenos de cariño y despedida.
Julia se acercó para abrazar a mi padre y luego a mi madre, quien la apartó suavemente para hablar en voz baja con ella, mientras Aaron y yo saludábamos a Susan.
-Cumple tu palabra, Jason. Confío en ti, no me hagas enojar -me advirtió Fred mientras me daba un abrazo de despedida.
-Es inútil, no es tonto, ¡te tiene miedo! Pánico! -bromeó Aaron.
-Hmm, creo que Jason tiene respeto. Y tú deberías tener miedo, Aaron, porque prometiste cuidar de mi hija... Así que no rompas tu palabra -le advirtió Fred mientras saludaba a Aaron, quien sonreía.
-Fred... Seré tu mejor asistente. Quiero seguir vivo, así que cuidaré más a Julia que a mí mismo -prometió mi hermano.
-¡Ay, Dios, esa promesa es horrible! ¡No te cuidas en nada! -intervino papá, haciéndonos reír a todos.