tastes like yogurt [chaennie g!p]

yum!

Jennie estaba emocionada por dos cosas: primero, hoy grabaría el video musical para su próximo comeback, y segundo, vería a su novia después de una semana. Sí, una semana entera que se le había hecho eterna a la mayor.

Jennie nunca se había considerado una novia pegajosa, ni mucho menos intensa, pero esos eran definitivamente nuevos rasgos de su personalidad que había descubierto desde que estaba con Rosé. Por alguna razón, ahora era todas esas cosas al cuadrado. Cada día, esa necesidad de tenerla cerca parecía crecer más y más, y aunque intentaba ocultarlo para que Rosé no se sintiera mal cuando estaban lejos, a veces se le hacía casi imposible. ¿Cómo iba a disimular si ya ni siquiera podía dormir sin ella? La cama se sentía vacía y fría sin sus abrazos, y cada noche sin Rosé parecía estirarse una eternidad. Tal vez era un poco dramática, sí, pero no le quitaba lo cierto.

Su día comenzó cuando llegó al set de grabación y, al ver a todo su equipo, una sonrisa emocionada se dibujó en su rostro. Entró a su tráiler, donde ya la esperaban para empezar el glam de las primeras escenas. Sabía que le esperaba un día extremadamente largo, lleno de esfuerzo y detalles, pero también gratificante.

Las horas de la mañana pasaron rápidamente entre grabaciones, coreografías y múltiples cambios de vestuario. Cada toma y cada paso la llenaban de energía, y para las primeras horas de la tarde, ya habían logrado avanzar con casi la mitad del video musical.

En el momento del break, Jennie regresó a su tráiler tras grabar las primeras escenas. Buscaba refrescarse un poco, ya que el calor en Los Ángeles era bastante intenso ese día.

—Jen, sé que quieres descansar unos minutos, pero ¿puedes probarte este outfit? —dice su estilista con una pequeña sonrisa, señalando la prenda que llevaba en la mano al entrar al tráiler—. Ya tiene los ajustes que pediste.

Jennie asiente, entusiasmada; era uno de sus favoritos para el video. La mini capa y la mini falda de DSQUARED2, junto a los tacones Versace, lo eran todo.

Con cuidado, su estilista la ayuda a probarse el outfit, y cuando Jennie se mira en el espejo, no puede contener un chillido de emoción. Era justo como lo había imaginado.

—¡Está perfecto! —exclama Jennie, sonriendo con entusiasmo—. No puedo esperar para grabar con él.

—Ok, súper estrella, descansa un rato. Ahora regreso por ti —responde su estilista, dándole un guiño antes de salir del trailer.

Jennie se queda mirándose en el espejo, admirando cómo el outfit resalta su figura, y aprovecha para hacerse una que otra selfie. Justo cuando está en medio de una pose, un leve toque en la puerta del trailer la interrumpe.

—¿Sí? —pregunta Jennie, aún mirándose en el espejo con una sonrisa en el rostro.

—Estoy buscando al amor de mi vida, ¿está aquí? —responde una voz dulce y familiar.

Apenas Jennie escucha esas palabras, sus ojos se iluminan de alegría. Sin pensarlo dos veces, sale corriendo hacia la puerta del trailer, abriéndola de par en par para dejar entrar a su novia.

—¡Mi amor! —exclama Jennie, abalanzando sus brazos alrededor de Rosé en un cálido abrazo. —No pensé que te vería hasta en unas horas.

—Quise sorprenderte —responde Rosé, acercándose y uniendo sus labios con los de Jennie en un dulce beso.

Jennie rodea el cuello de su novia con sus brazos, permitiéndose perderse en el momento; la ha echado tanto de menos.

—Estoy felizmente sorprendida, Rosie —dice Jennie, tomando su mano y guiándola hacia adentro del trailer cuando se separan. —Te extrañé mucho. Mucho.