STAGE OF LOVE

capitulo 2

La primera semana de grabaciones transcurrió entre risas y desafíos. Iván se sintió sorprendido al descubrir que, a pesar de las tensiones entre algunos actores, el ambiente en el set era más ligero de lo que había imaginado. El talento de Till se hacía evidente en cada escena; su energía contagiaba a todos y la química entre ellos crecía de manera natural.

Un día, después de una escena en la que ambos debían interactuar como rivales en la historia, el director los felicitó.

—¡Excelente trabajo, chicos! —dijo, aplaudiendo con entusiasmo—. La química entre ustedes es impresionante.

Iván sonrió, sintiendo cómo el calor del halago se expandía por su pecho. Till, al lado de él, lo miró con una mezcla de sorpresa y diversión.

—¿Sabías que tenías ese talento oculto? —preguntó Till, sonriendo.

—No lo sabía, pero creo que tú has sido una gran parte de eso —respondió Iván, sintiéndose más a gusto con cada momento que compartían.

Con el rodaje de esa escena, los dos empezaron a forjar una amistad sólida. Pasaban las horas entre tomas, hablando sobre sus vidas, sus sueños y sus miedos. Till reveló que siempre había admirado a Iván desde lejos, como un ícono en la actuación que nunca pensó que llegaría a conocer.

—¿Y qué hay de tus aspiraciones? —preguntó Till un día mientras esperaban su turno para grabar.

Iván dudó un momento, sintiendo el peso de sus propias inseguridades. La pregunta le recordó la conversación que habían tenido en la zona de descanso.

—A veces, me siento perdido —admitió Iván—. He estado haciendo esto tanto tiempo que me asusta pensar que podría no estar a la altura de las expectativas.

Till lo miró con seriedad.

—No dejes que eso te detenga. Todos tenemos momentos de duda. Lo importante es seguir adelante, aprender de cada experiencia y disfrutar el viaje —dijo, su voz firme pero amable.

La empatía que sentía por Till lo hizo abrirse un poco más. Comenzaron a hablar sobre sus motivaciones para actuar, lo que les había llevado a elegir este camino. Iván compartió sus miedos más profundos, mientras Till escuchaba atentamente, mostrando una comprensión que lo sorprendía.

En medio de tensiones no resueltas

Sin embargo, no todo era tan sencillo. En una de las escenas clave, la tensión entre Luka y Hyuna alcanzó un punto álgido. Mientras grababan una secuencia emocional, Iván pudo ver cómo sus miradas se cruzaban, cargadas de un peso que todos en el set sentían. El director tuvo que interrumpir varias veces para volver a encarrilar la escena, y la frustración se hacía palpable.

—Parece que hay más drama en sus vidas que en la serie —susurró Till, observando con curiosidad.

Iván asintió, sintiendo que había algo en la historia de ambos que debía ser desenterrado. El enigma de su relación lo intrigaba, y se preguntó si habría una manera de ayudar a sus compañeros.

A medida que la semana avanzaba, Iván comenzó a notar que Till no solo era carismático y divertido, sino que también poseía una habilidad innata para conectar con las personas. En las pausas, se acercaba a Luka y Hyuna, intentando aligerar el ambiente con bromas. Aunque al principio no parecían responder, poco a poco, la sonrisa de Till fue capaz de romper el hielo, aunque la tensión no desapareció por completo.

Una tarde, mientras todos se reunían en la zona de descanso, Iván se encontró a sí mismo observando a Till. Su entusiasmo era contagioso, y había algo en su presencia que lo hacía sentir más ligero. Se dio cuenta de que, a pesar de sus propios miedos, estaba empezando a redescubrir su pasión por la actuación. La forma en que Till se entregaba a cada escena le recordaba la emoción que había sentido al principio de su carrera.
....

Fue en ese momento que decidió dar un paso más. Mientras todos reían y compartían anécdotas, Iván se acercó a Till, quien estaba contándole una historia graciosa a Mizi y Sua.

—¿Te gustaría ir a cenar esta noche? —preguntó Iván, sintiendo un ligero nerviosismo.

Till se volvió hacia él, una expresión de sorpresa seguida de una gran sonrisa iluminó su rostro.

—¡Claro! Me encantaría —respondió, su entusiasmo palpable.

Después de un día de grabaciones, se dirigieron a un pequeño restaurante cercano. La cena fue ligera y llena de risas. Hablaron sobre todo y nada, desde sus películas favoritas hasta sus planes futuros. Iván se sintió sorprendido por la facilidad con la que fluía la conversación. Hasta la risa de Till, tan contagiosa, hacía que se olvidara de cualquier preocupación.

—¿Y qué planeas hacer después de esta serie? —preguntó Till, mirándolo con curiosidad.

Iván se detuvo, pensativo.

—Quiero encontrar un papel que realmente me rete. Algo que me haga sentir vivo otra vez. A veces, parece que estoy atrapado en un ciclo —admitió, sintiendo una mezcla de vulnerabilidad y alivio.

Till lo miró intensamente, como si estuviera considerando cada palabra.

—Quizás debas buscar algo fuera de tu zona de confort. A veces, los mejores momentos vienen de los riesgos más grandes —sugirió, su mirada alentadora.

La conversación fluyó sin esfuerzo, y antes de darse cuenta, estaban riendo y compartiendo historias hasta que cerraron el lugar. Al salir, el aire fresco de la noche los envolvió y, por un instante, Iván sintió que todo lo que le preocupaba se desvanecía.

—Me alegra que hayamos hecho esto —dijo Iván, mirando a Till.

—A mí también. Creo que esto es solo el principio —respondió Till, su voz llena de promesas.

Mientras Ivan caminaba hacia su auto, Iván no pudo evitar pensar en cómo, a pesar de sus dudas, había encontrado en Till no solo un compañero de trabajo, sino también un amigo. La chispa que había sentido al principio se estaba transformando en algo más, y estaba listo para descubrir hasta dónde podría llegar esa conexión.

Con el corazón un poco más ligero y la mente llena de posibilidades, Iván sabía que este sería un viaje emocionante. Mientras se despedían, se dio cuenta de que, tal vez, la clave para redescubrir su pasión no estaba solo en la actuación, sino en las conexiones humanas que formaba en el camino.