capitulo 5

167 18 7
                                    


El set había recobrado un ritmo frenético al día siguiente. Los técnicos movían luces y decorados, y el murmullo constante de las voces se mezclaba con las órdenes de la producción. Iván, sin embargo, no podía concentrarse. Cada vez que veía a Till, sentía un vacío en el pecho. El día anterior había sido un caos emocional, y no soportaba la idea de que las cosas quedaran sin resolver.

Iván finalmente reunió el valor y encontró a Till revisando una pila de guiones cerca de una esquina apartada del set. Esta vez, no le daría oportunidad de huir. Se acercó con paso decidido, su corazón golpeando con fuerza en su pecho.

—Till —dijo suavemente, pero con una firmeza que hizo que el joven levantara la vista.

Till lo miró, y por un momento, la tensión se reflejó en su mandíbula apretada. Sin embargo, sus ojos traicionaron la frialdad que trataba de mantener: estaban llenos de preguntas, de miedo y de algo que Iván esperaba que fuera esperanza.

—¿Podemos hablar, por favor? —continuó Iván, tratando de que su voz no temblara.

Till tragó saliva y miró alrededor, donde algunos compañeros parecían observando la escena con interés disimulado. Tomó aire y asintió.

—No aquí —respondió Till, en voz baja.

La respuesta de Till fue suficiente para que Iván sintiera un leve alivio. La conversación no iba a quedar en nada.

—¿Puedes venir a mi apartamento después del trabajo? —propuso Iván, observando la reacción de Till.

Por un instante, Till dudó, pero luego asintió nuevamente. Sus ojos se encontraron una vez más, y aunque no hablaron más, había un entendimiento tácito entre ellos.

...

Horas más tarde, Iván esperaba nerviosamente en su departamento. Cada segundo que pasaba hacía que sus pensamientos fueran más caóticos, alternando entre la euforia y el temor al rechazo. Pero cuando el timbre sonó, todas las dudas se desvanecieron. Abrió la puerta y se encontró con Till, quien sostenía su mochila con una mano, como si de alguna forma le diera seguridad.

—Gracias por venir —dijo Iván, haciéndose a un lado para dejarlo entrar.

Till cruzó el umbral y se detuvo en medio de la sala, mirando alrededor como si necesitara algo a lo que aferrarse. Finalmente, sus ojos se posaron en Iván, y la tensión en su cuerpo se hizo palpable.

—No podía seguir evitándote —admitió Till con un susurro.

Iván dio un paso hacia él, sus ojos llenos de vulnerabilidad y deseo de entender.

—No quiero que te sientas forzado a nada, Till. Lo que pasó entre nosotros… no quiero que lo lamentes.

Till negó con la cabeza, la culpa reflejada en sus facciones se suavizó cuando levantó la mirada.

—No lo lamento, Iván. Solo… me asusta lo que significa.

El silencio se adueñó de la habitación mientras ambos trataban de encontrar las palabras correctas. Iván fue el primero en moverse, acortando la distancia que los separaba.

—Lo sé. Yo también tengo miedo, pero no quiero seguir viviendo en la incertidumbre —dijo, su voz cargada de emoción.

Till respiró hondo y, en un gesto impulsivo, tomó el rostro de Iván entre sus manos. Sus labios se encontraron en un beso que al principio fue tímido, cargado de duda, pero que rápidamente se volvió más profundo, más urgente. Todo lo que no habían dicho se transmitió en ese contacto: la angustia, el anhelo, la aceptación.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 02 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

STAGE OF LOVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora