capitulo 2: la penumbra de Ravenshire

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¡Perfecto! El Capítulo 2: La Penumbra de Ravenshire llevará a Lena más profundamente en el bosque, y aquí, sus interacciones con Aiden comienzan a revelar detalles importantes y oscuros sobre Ravenshire. La tensión aumentará, y Lena empezará a notar que su búsqueda no es solo peligrosa, sino que también tiene un efecto extraño en su percepción del bosque. Aquí vamos:

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Capítulo 2: La Penumbra de Ravenshire

Los árboles en Ravenshire parecían formar un laberinto oscuro y enredado mientras Lena avanzaba, apenas logrando distinguir el camino entre sombras y raíces que se entrelazaban como si quisieran atraparla. Sentía el suelo húmedo y resbaladizo bajo sus pies y, en medio de ese silencio opresivo, sus pensamientos giraban en torno a una sola pregunta: ¿Dónde estaba Elara?

La figura que había aparecido ante ella—ese hombre de cabello oscuro y mirada sombría—no se había movido ni un paso desde que la advirtió de que se marchara. Lena dio un paso hacia él, desafiando el miedo que había comenzado a instalarse en su pecho.

—¿Conoces a mi hermana, Elara? —preguntó Lena, esforzándose por mantener la voz firme. Sé que está aquí en alguna parte… y voy a encontrarla.

El hombre la observó, su mirada fija e inmutable.

—Si sigues adelante, el bosque te reclamará como lo ha hecho con otros, —respondió él, en un tono bajo y casi desapasionado, como si estuviera recitando una advertencia aprendida de memoria.

—No me importa, —dijo Lena, apretando los puños. Elara es mi hermana. No pienso abandonarla.

El hombre la miró con una expresión que, por un momento, pareció suavizarse, como si entendiera el dolor en las palabras de Lena. Finalmente, dejó escapar un suspiro y asintió.

—Si insistes en seguir, al menos deberías saber algo sobre este bosque, —dijo. Ravenshire no es solo un bosque. Es un guardián de secretos antiguos y un lugar de poder. A quienes le desobedecen, simplemente los… toma.

Lena lo miró con incredulidad, sus ojos buscando cualquier indicio de que él pudiera estar mintiendo.

—¿Y por qué debería confiar en ti? —preguntó, desafiante.

—No deberías, —respondió él sin vacilar. Pero confías en encontrar a tu hermana, ¿verdad? Yo puedo ayudarte. Conozco el bosque mejor que nadie, y si hay un camino para dar con Elara, puedo mostrártelo.

Un escalofrío recorrió a Lena, y una parte de ella quería huir de él tanto como del bosque. Pero algo en la sinceridad de sus palabras la hizo dudar. Quizás tenía razón… y quizás este hombre era su única esperanza.

—¿Cuál es tu nombre? —preguntó finalmente, en un tono más suave.

—Aiden, —dijo él, antes de añadir con un tono que parecía ocultar una historia lejana. Soy… una especie de guardián de Ravenshire.

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El Camino Perdido

Aiden comenzó a guiarla, adentrándose en los rincones oscuros de Ravenshire que Lena jamás hubiera encontrado por sí sola. Cada paso que daba con él era un nuevo descubrimiento. Las ramas parecían moverse a su alrededor, y por momentos tenía la impresión de que el bosque tenía ojos, que vigilaban sus pasos con curiosidad y cautela. Lena intentaba mantener su mente enfocada, pero la atmósfera opresiva le hacía difícil concentrarse en algo más que en el crujido de las hojas y los extraños murmullos que parecían surgir de todas partes.

Mientras caminaban, Lena intentó comprender más sobre el hombre que la guiaba.

—Dijiste que eres un guardián, —comenzó. ¿Cómo es eso posible? ¿El bosque te lo pidió?

Aiden la miró por un momento, y Lena notó una tristeza casi imperceptible en su mirada.

—Podría decirse así, —respondió, sin ofrecer más detalles. El bosque siempre elige a alguien. Alguien que conozca sus secretos y lo proteja de quienes buscan dañarlo… o liberarlo.

—¿Liberarlo? —repitió Lena, sintiendo cómo una sombra de duda se formaba en su mente. ¿Qué significa eso?

—Significa que Ravenshire no es un lugar ordinario, —respondió Aiden, con voz baja. Aquí, los vivos y los muertos coexisten. El bosque está… atado a la vida de quienes viven bajo su sombra. Pero también es prisionero de esa misma fuerza.

Lena asimiló sus palabras, y una nueva pregunta surgió en su mente.

—Entonces… ¿Elara sintió el llamado?

Aiden hizo una pausa, sus ojos fijos en algo distante, como si sus pensamientos hubieran viajado a un recuerdo oscuro.

—Tu hermana fue… especial, —dijo finalmente. El bosque vio en ella algo que no había visto en mucho tiempo. Su conexión con Ravenshire era más profunda de lo que imaginas.

Lena sintió una mezcla de esperanza y miedo. Elara siempre había sentido una conexión con el bosque, eso era cierto, pero jamás pensó que esa conexión podría ponerla en peligro.

—¿Por qué me estás ayudando? —preguntó Lena, intentando leer en su rostro alguna señal de sus verdaderas intenciones.

Aiden desvió la mirada, y en su voz apareció un matiz de emoción que Lena no esperaba.

—Porque… no quiero que el bosque tome a otra persona, —respondió, con una honestidad que sorprendió a Lena. He visto a otros perderse aquí. Personas que intentaron desafiar a Ravenshire y que nunca volvieron.

Lena tragó saliva, sintiendo la tensión en cada palabra de Aiden.

—Entonces… ¿quieres salvarme? —preguntó, sin saber si debía sentir gratitud o desconfianza.

Aiden la miró de nuevo, esta vez con una intensidad que la hizo apartar la mirada.

—Quizás quiero salvarnos a ambos, —susurró, en un tono que Lena apenas alcanzó a oír.

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El Claro de los Recuerdos

Mientras avanzaban, Aiden la llevó a un claro donde el suelo estaba cubierto de hojas doradas, y en el centro, un roble majestuoso se elevaba sobre ellos. Parecía antiguo y lleno de vida, y Lena sintió que allí, en ese lugar, algo poderoso y sagrado había ocurrido hacía mucho tiempo.

—Este es el último lugar donde vi a tu hermana, —dijo Aiden en voz baja, señalando el centro del claro.

Lena se arrodilló, sintiendo una ola de emoción al imaginar a Elara allí, escuchando los susurros del bosque. Cerró los ojos, tratando de sentir lo que su hermana habría sentido. Fue entonces cuando una voz—lejana, suave, y cargada de dolor—resonó en su mente.

—Lena…

Era la voz de Elara. Lena abrió los ojos, pero el claro estaba vacío, salvo por el eco de aquel susurro. Miró a Aiden, quien asintió, como si comprendiera lo que había escuchado.

—El bosque aún la retiene, —murmuró Aiden, y su voz cargaba una tristeza palpable. Pero hay algo que puedes hacer. Si estás dispuesta a arriesgarlo todo.

Lena respiró hondo, sintiendo el peso de lo que estaba a punto de decir. Miró el colgante de Elara, que había encontrado en el borde del bosque y que llevaba colgado al cuello.

—Estoy dispuesta a hacer lo que sea, —respondió Lena, con determinación.

Aiden la miró con una mezcla de respeto y algo que Lena no podía descifrar. Y así, mientras la oscuridad comenzaba a envolver el claro, Lena comprendió que su lucha para rescatar a Elara apenas había comenzado.

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⏰ Última actualización: 6 days ago ⏰

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