Los minutos pasaban, uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis ....
Y el rubio no aparecía, las palabras de Yoongi sonaban en su cabeza, el maldito imperio, por que era tan importante un puñado de dinero.
Sus nudillos estaban casi blancos de tanto apretar los puños, creyó que al menos era serio ese hermoso caballero de raro sombrero.
Pero no, ahí estaba solo como idiota esperando a alguien que ahora que lo pensaba con calma, tal vez lo imagino, tal vez era un sueño y fue tanto su deseo que lo imaginó.
Determinado a irse, sacudió su ropa, miró hacia la izquierda, después a la derecha y ahí frente a sus ojos, con otro de esos raros sombreros, ese extraño rubio de su su sueño. Sonriendo sinicamente.
-El tráfico estaba horrible - se disculpó - espero no haber tardado tanto. - La ropa perfectamente blanca, haciendo que los rayos del sol se reflejaran a su alrededor lo hacían verse como un mismísimo angel.
-¿Eres tú? - Jungkook preguntó acercándose a tocar su rostro.
-¿Tenías cita con alguien más? - el rubio respondió con otra pregunta - hay por dios, así ligas en tu antro.
Park retrocedió dos pasos.
-Claro que no - ese chico de enormes ojos dijo con felicidad - solo estaba creyendo que tambien lo soñé.
-Soy el sueño de cualquiera lo sé cariño - el ser de la noche dijo complacido - pero desde ahora soy solo tuyo.
-Haz comprobado que los vampiros no existen - Jungkook dijo tomándolo de la mano y jalandolo para caminar con él.
Caminaron por las calles repletas de gente, comieron delicioso y hablaron de tantas cosas.
Fue un día tan placentero que Jimin olvidó hacer algo importante que debía hacer a diario cada seis horas.
Fue hasta que los últimos rayos de luz en un descuido tocaron su delicada piel. Un pequeño dolor y una gran quemada comenzó a notarse ante los ojos del duelo del antro.
-Estas bien - asustado preguntó.
-Te lo dije anoche - el rubio dijo delicadamente - tengo cierta alergia a los rayos solares. Olvidé tomar mi medicamento.
-Ven - Jungkook volvió a tomar su mano - te llevaré al mejor lugar donde podrías estar.
Jimin sentía su piel quemarse en cada paso, el dolor era cada vez más intenso, pero esa tal su felicidad de ir de la mano de ese hombre de grandes ojos y exquisita sonrisa, que el dolor era lo de menos.
Al fin llegaron a un lugar, pudo olfatear flores ya que una mano la tenía aquel chico y con la otra trataba de tapar su rostro lo más que pudiera, así que solo percibió el delicioso aroma, no fue largo el camino hasta llegar a una puerta que se abrió de inmediato...
-No puedo entrar - el rubio se detuvo justo al borde de la misma .
-Claro que puedes - Jeon dijo jalando su mano, pero su cuerpo aunque tambaleante del joven Park no se movió un solo centímetro.
-Dije que no puedo - Jimin dijo más fuerte - no sin ser invitado.
-Pero claro que eres mi invitado - Jungkook volvió a jalar - pasa por favor - ahora los pies del rubio se movieron quedando dentro de ese lugar y después la puerta se cerró tan pronto como se abrió.
Las cortinas fueron corridas, quedando el lugar en penumbras, las luces fueron bajadas al mínimo y al fin un sentimiento de alivio sintió aquel ser enamorado.
-Traeré un botiquín - el dueño del lugar dijo a su invitado.
-No - Park lo detuvo - no es necesario quédate conmigo.
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SUEÑOS DE NOCHE
FanfictionPasan los años, los siglos, milenios y hay gente que camina entre nosotros, gente que observa desde sus andares como nos comportamos, como nos enamoramos, como peleamos y como nos amamos. Gente nocturna que viven en excéntricas mansiones, rodeados d...