-Vamos Yoon no puedes faltar, prometiste que irías, además me lo prometiste.-
-Kook, es enserio no tengo que ponerme y ya es tarde para ir por un disfraz a esta hora.-
-Sabia que dirías eso, asi que voy a tu casa con los disfraces de esta noche, adiós.-
No es que no quisiera ir, simplemente sabia quien iría a esa fiesta y no le gustaba ser mal tercio. Yoongi era el mejor amigo de Jungkook, se conocieron cuando precisamente Yoongi estaba mudándose cerca de la casa de Jungkook, como este era muy perezoso y el otro demasiado metiche, se fusionaron en una amistad demasiada loca. Asi continúo por largo tiempo hasta que por culpa del trabajo de Jungkook se tuvo que mudar al otro extremo de la ciudad.
La dichosa fiesta de Halloween le resultaba un poco excitante, le encantaba ver a todo mundo disfrazado de cuantos villanos de películas de terror existía otros que se inventaban y estaban los otros que pensaban que el día se trataba de putería.
En fin, este año resultaba distinto ya que, Jungkook había dicho en la ultima semana que atendió a un sexy militar salido de las mas oscuras de su fantasía y que no había dejado escapar la oportunidad de coquetear un poco, sorprendido quedo Yoongi cuando Jungkook le habia dicho de que este le contesto de la misma manera el coqueteo. Así que intercambiaron teléfonos y pues tuvieron unas que otras salidas y resulto que los dos eran el uno para el otro.
Yoongi estaba feliz por su amigo, nunca lo había mirado tan feliz y enamorado, entendió que le hacía muy bien estar asi. Hasta que hace unos días le mando un mensaje de texto diciéndole que quería que lo conociera y todo estaba perfecto en la fiesta que haría su primo en Halloween.
Acepto, porque pensó que sería una buena manera de saber más sobre ese dichoso tipo que lograba sacar lo mas cursi de su amigo, y también de tratar de amenazar un poco si este ultimo intentaba hacerle sufrir.
Pero ahora, ahora todo cambiaba, se acobardo a ultimo momento y no supo como decirle a su amigo su situación y que de verdad no le gustaría ir a una fiesta donde probablemente el se quedaría solo y sin saber que hacer.
Sus intentos fueron en vanos de persuadir todo.
Ahora solo quedaba resignarse y esperar a la hora que llegara su amigo, por lo que de mala gana salió de su cama y fue a darse una muy larga ducha, esperando que todo lo que tenia en su cabeza se despejara.
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40 minutos mas tarde había llegado Jungkook con dos disfraces que jamás en su vida pensó que llegaría a usar.
Consistía el de él, un disfraz de demonio, pero no tal cual como debe de ser uno. Este traía un body negro hecho de material de cuero sintético con un corset que a su vez estaba con una falda hecha con varios pliegues puntiagudas que caían en capas del mismo material y capas de telas mas delgada y traslucidas.
