Hola Papá!

Hola Papá!

Perdón  por haber tardado tanto en escribir. Han pasado dos años, ¿Puedes creerlo?

Lamento no haber podido hacerlo antes pero la vida sin ti ya no es igual. Se que son excusas, pero de verdad es muy difícil  seguir.

Hoy  me levante con el ánimo  de empezar a escribirte, pero aún no te puedo decir el motivo. Solo sé  que quiero recordar.

Recuerdas cuando tenía 8 años y me enseñaste hacer mi primera empanada. Ese día  tuve tanta emoción en hacerla pero cuando me dijiste que también tenía  que aprender a colocarla en el aceite caliente, sentí  el verdadero  terror y te dije que no. Pero sonriente te agachaste  a mi altura y me dijiste:

_ No tienes  que tener miedo, aquí  estoy yo, soy tú  padre jamás  voy a permitir que te hagas daño.

Te mire aún con miedo y pregunté:
_ ¿Pero y si me quemó?
_ No pasará ¿confías en mí?

Asentí con la cabeza  por que de verdad confiaba en ti.

Cuando agarraste mi mano con la empanada en ellas me dijiste que confiará  y lo hice. La empanada resbaló de mis  manos pero ni una sola gota me tocó. Aplaudiste con fuerza y diste dos vueltas conmigo agarrada de tú  cuello. Fue el día más feliz de mi vida. Sabes cuando hago empenadas me acuerdo de ese día especial, aún no puedo creer que no le tenga miedo a una olla llena de aceite  pero si a freír un huevo.

"Que no volveré, que no volverás, que después  de sol no te veré  más, dime que es mentira  que me lo soñé y que tú  no te vas. Que ha partir de hoy todo es recordar, no te olvidaré, no me olvidarás, dime que no cierto que este amor tan grande no se acabará "

Perdón por no haber  creído  en ti en el principio y gracias por enseñarme hacer mi comida favorita, con amor tú  princesa.