彡☆Carteles de m̶i̶e̶r̶d̶a̶ 彡☆ [Spreenter]

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No pienses que es m̶e̶n̶t̶i̶r̶a̶ verdad lo que las nutrias dicen.

—¿Por qué estoy acá, en la terapia de mierda de la nutria de mierda?—Preguntó el oso disgustado al haber sido tepeado al consultorio de Juansnutria, nutria que al parecer no le cae muy bien a Spreen y viceversa.

Conter y Spreen estaban ahí, sentados uno al lado del otro en unas sillas, sillas que a primera vista parecían incómodas y lo eran. Lo peor no eran las sillas, ni el motivo por el que estaban en ese lugar, sino el temor que sentía el conejo, el único de allí que tenía en juego su "secreto".

—Miren, ustedes están presentes ahora, porque su equipo se cansó de su matrimonio disfuncional.—Explico la nutria bromeando con lo de "matrimonio disfuncional", con lo cual se ganó una mirada con seriedad de parte del conejo.

—Sí, sí, no te vamos a pagar una mierda si te pensás que nos podés estafar.—Se puso a la defensiva el oso viendo con fastidio a la nutria.

Empezaron a contar un poco de su vida, que directamente ni siquiera hablaban de la vida. La supuesta "terapia" al parecer se trataba de insultar e insinuarse de broma a la mamá de la nutria terapeuta por parte de Spreen, Conter solo se reía un poco de la situación.

—¡No se puede tener una charla normal contigo!—Se quejó ya harta la nutria, escuchándose a Parce nutria(estaba de perchero en el consultorio) reírse detrás de los pacientes de la terapia.

—No se puede hablar con tu vieja sin que esta gima.—Volvió el oso a bromear sobre la madre de Juan, el cual sinceramente se veía sin paciencia para seguir aguantándolo. 

—Conter, en serio, como te puede gus- como puedes soportar a Spreen.—La nutria casi arruina todo, por suerte pudo darse cuenta a tiempo y cambiar la oración, pero eso no implica que no se haya dado una idea de lo que quiso decir.

Conter parecía que su alma salió y volvió a su cuerpo en tan solo unos segundos, volteando rápidamente hacia Spreen para ver si este se creyó el cambio de oración. Spreen solo se quedó en silencio por un rato, lo cual puso en pánico a la nutria y Conter, pero luego sonrió como si nada.

—Como yo soporto lo puta que es tu vieja.—Dijo el oso acabando con la paciencia de la nutria, quien termino abriendo un portal del consultorio hasta arriba de la montaña y echando a los dos sujetos del consultorio.

Al pasar el portal, quedando en arriba de la montaña, Conter y Spreen como habían quedado en ir a farmear en el Warden, por lo que se fueron por el portal del nether, mientras iban surgió una charla para resolver la duda de Spreen.

—Como que la nutria pelotuda quería decir algo más, pero re cagona, ¿vos le entendiste?—Pregunto el uso mientras seguía corriendo por los túneles del nether que estaban algo destrozados por los mobs que añadieron.

Conter se puso algo nervioso ante esa pregunta, no sabía por qué lo estaba, ni siquiera porque no podía decirle a Spreen por fin lo que estaba sucediendo estos días, de hecho este sería un perfecto momento para hacer. No podía, se le hizo un nudo en la garganta cuando quiso decirlo, sentía su corazón latir con más rapidez, creía que era porque estaba corriendo, quería creer que era por eso y no por lo que piensa en verdad.

—Cierto que le tenía que entregar algo a Rivers.—Se excusó el conejo parando de correr, deteniéndose en seco frente al portal de la base de la mencionada.—Después te alcanzo, Spreen.

Spreen se detuvo de repente casi cayéndose por el hielo del camino, volteando a ver a atrás sin encontrar Conter que ya se había metido al portal. Ni siquiera le respondió la pregunta, capaz a la próxima y con más tiempo...

"Oye, escucha mi teoría, bueno, léela"

Puso en un cartel una nutria de vestido frente a Conter quien estaba ordenando su inventario que había sido desordenado por los phatoms, al leer el cartel pudo deducir casi instantáneamente de lo que iba a poner la nutria era una estupidez.

"Si las nutrias son de todo Dedsafio"

"los Teams son de Dedsafio"

"Y en tu team tú eres mamá Conter"

"¿Eso no se significaría que eres la mamá de Juansnutria?"

—No me vuelvas a hablar en tu puta vida.—Dijo el conejo al leer los cuatro carteles que la nutria había puesto para explicar su teoría estúpida, carteles que al final el albino rompió.

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