La última carta

Dos

La puerta es golpeada sin parar , miro el reloj de mi mesa de noche 8:40pm "he dormido toda la tarde ", los golpes no se calman. 

Me levantó de la cama y abro la puerta, un hombre, alto y de ojos verdes me mira con aprensión.

-Te he estado esperando-nice voice *, ronca y profunda-¿No teníamos una cita?-pregunto apoyándose en la puerta, serio e imponente.

Sigo guardando silencio y mirando detenidamente haciendo un check de los pies hasta la cabeza. -Señorita Dianna , será mejor que me acompañe al consultorio , tengo un tiempo antes de salir y en realidad me gustaría tratar su introducción del expediente antes de irme.

-Así que ¿tu eres el Dr.Styles?- asiento con la cabeza sarcásticamente 

-Señorita Diana no estoy jugando -una carcajada nerviosa sale de mis labios al ver su seriedad, ¿Todos los psiquiatras son tan estirados? 

Alzó mi mano y con mi dedo índice definió su bata

-Doc. a los pacientes no nos permiten salir del pabellón después de las ocho de la noche , como puede notar son las ocho con cincuenta.-sonrió-me temo que tal vez nos miremos mañana a la una... - digo empujando su cuerpo solo un poco fuera de la puerta para después cerrarla en su cara y meterme entre las cómodas sábanas que me habían enviado en mi cumpleaños.

"No estaba dispuesta a volver a contar mi historia"

[···]
Martes

Mire el reloj que había en la pared 12:32pm,  sólo habían pasado dos míseros minutos sentada en el sillón del consultorio, frente a una cámara y frente a mi sumamente extraño doctor. Noto como se le asoman algunos pequeños tatuajes fuera de las mangas de la bata que lleva puesta y como frunce su ceño tratando de adivinar que es lo que pienso. - ¡Oh no doc. no es momento de hablar!- pensé cuando escuche su voz resurgir después  de un rato. 

-Cuéntame Dianna,¿Haz tomado tus medicamentos?- busca algo con que apuntar entre su mesita ratonera.- Adelante puedes responder cuando quieras, tenem...- lo interrumpo bruscamente.

-¿Cuantas veces cree que he respondido esa mísera pregunta?-pregunto la verdad con un poco de molestia-me duele el trasero de estar sentada en este incomodo sofá.

-Está bien-lo veo anotar algo en la libreta -Veo que llevas dos años aquí, la doctora Alicia a dejado varias anotaciones acerca de tus avances ¿A que le tienes miedo Dianna?-pregunta- no esta mal externar nuestros temores de vez en cuando.- me mira directo a los ojos.-¿Diana?

Miro sus obres verdes, y sus labios rellenos color de rosas pronunciar mi nombre

-Esta bien, mira te pondré así la situación Dianna-suspira y camina hasta el escritorio-Si no estas dispuesta a cooperar yo no estaré dispuesto a dejarte salir.-Me mira severamente-Retírate, por favor.-Me enfurece pensar que tengo que ir directo a hacer los trabajos manuales que me piden para convivencia y aprendizaje. 

-¡La sesión no ha terminado!-Exclamó un poco molesta y exaltada por su trato tan gentil pero tan ¡demandante!

-No has abierto la boca para decirme nada acerca de ti, no estas aquí por...-lo vuelvo  a interrumpir.

-Cuándo tenía 12 ,las perras del colegio me hacían bullying, a los 15 me deprimí y me corte por primera vez, a los 16 me embriague tanto que pare en el hospital grave, viaje a París junto a mi novio en un ataque de celos me empujó y caí de las escaleras, meses después me dejo y no supe más de él, hasta el día en que mis padre me encontraron con una sobre dosis de pastillas para dormir  y una cortada profunda  esperando morir al fin...- termino-¡Diablos! ¡¿Que no llevan algún estúpido expediente?!

Sus ojos se abren de par en par y yo sólo me paró y salgo de el consultorio dando un portazo, me deprime pensar todo lo que he pasado y tener que contarlo una y otra vez siempre que cambien de psicólogo.

-Maldita seas Harry Styles-Digo en voz baja al salir del consultorio 

[···]
Cayendo la noche tocan mi puerta , la abro con pesar , la luz Blanca del pasillo me ciega y es cuando me doy cuenta de que mis ojos están completamente hinchados-¡Vaya que mañana tendré ojeras enormes!-pensé.

-Buenas tardes Dianna ¿puedo pasar?-pregunta Harry dando un paso para atrás, dudoso de lo que yo fuera a hacer.
-Si quieres, ¿Acaso andas de cuarto en cuarto de tus pacientes para hablar con ellos justo cuando oscurece?-camino de vuelta a mi cama, Harry  entra y cierra la puerta.-Por cierto, ¿Qué diablos haces aquí?

-Encontré esto en el cajón de Alicia , todas ellas dicen tú nombre -un paquete de cartas cae en mis manos- Vine a mostrarte que no todos tus médicos somos iguales.- Se sienta en el escritorio que esta a un lado de mi cama, observa las fotos que tengo pegadas en la pared. 

-¡Estúpida Alicia!-le digo mirando el paquete de cartas-ella dijo que nadie me escribía -las lágrimas discurren por mi rostro al ver esa letra tan definida y tan familiar -Creo que necesito estar sola-le digo mirándolo acongojada. 

Su mirada refleja preocupación-  Te espero mañana a las ocho en el consultorio  -asiento levemente con la cabeza, se para y camina lejos de mi hasta la puerta, pero antes de irse realmente deja en la cómoda un frasco con una pastilla -Es un analgésico no te pueden recetar más, en tu archivo tiene escrito tu migraña, si dejas de llegar a todas tus consultas te los van a retirar- Hace un silencio corto y regresa su mirada a mi escritorio- Hazlo por tu hermano-y desaparece de la habitación, dejándome a solas con mi dolor 

(...)
Di:
Tus padres me han dicho que te has puesto grave ,casi mueres ...
Moriría si en realidad te pasara algo .Trate de buscarte pero no me dejaba verte
-Joline 

(...)
Di:
Las chicas y yo te extrañamos mucho, no te permiten visitas  y tus papás no responden a nuestras preguntas. 

Recuperate.

 -Joline 

(...)
Di:

No sabes que me ha pasado, he conocido un chico en el instituto. Me ha preguntado si quiero ir a la graduación con el y ¡le he dicho que si ! . Ojala estuvieras aquí para vernos. -Joline

Maldije más de mil veces más en mi interior a Alicia , todas eran cartas de mis mejores amigas, familia, y de él...-te odio demasiado-susurré. 

Esa noche no dormí tratando de leer cada una de las cartas y grabándome sus mensajes de apoyo de memoria, los extraño demasiado. 

[...]