Llanto.

9 0 0
                                    

Dibujando un sendero efímero, casi invisible. Resbalan los recuerdos amargos por mis sonrojadas mejillas, acariciando las siluetas de mi rostro y mis labios resecos con sus lamentos ahogados, sobreviviendo para buscar algún lunar en el pálido cuello. O tal vez suicidándose, cayendo frágiles, casi flotando, semejándose a la danza de un diente de león en la barcaza de un suspiro.
Como gotas de rocío desfilan de una en una, haciendo sonar ese sutil tintineo al caer al suelo. Tal vez estas sirvan de esperanza para una nueva vida, tal vez permitan germinar a una tímida semilla que muy pronto cautivará a un bello jardín con su aroma. Tal vez otras vayan a parar al mar y se unan a su murmullo constante, a sus vaivenes, al sensual coqueteo de las olas en la arena que junto al sol de la mañana crean destellos casi imperceptibles, casi mágicos.
Tal vez mis lágrimas sean algún día el comienzo de algo bello, tal vez sean capaces de guardar esperanza cristalina en si mismas, y así deslizarse hasta una herida que necesite sanar y no encuentre modo. Tal vez y sólo tal vez, junto a ellas se vaya el mal que aqueja mi alma.

Reflexiones de una mente caótica.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora