Dragons Nest 🐉 YoonMin

Dragons Nest

Hola hola, he vuelto con esta nueva historia que entraba dentro de la categoría de comisiones, francamente es de mis favoritas, es una historia cortita y para todos los públicos (no escenas +18 sorry), peero me estoy planteándome adaptarla a mi otro ship en el futuro y oh man, ahí si que voy a editar y añadir cosas nuevas y spicy hehe.

Esta historia nació gracias a una serie de dibujos que vi en instagram y que me inspiraron. El artista es troutsfish, que dedica su cuenta y su arte a hacer pequeños dragoncitos adorables, por lo que, la inspiración y los personajes se los debo todo a esta cuenta y no me pertenecen. 

Si podéis, ir por favor a dejarle amor y a seguir su cuenta de instagram o de twitter, os las dejo aquí linkeadas, al final de la historia también dejaré el link al mini comic que inspiró esta historia (Dejaré igualmente el mismo link en comentarios para que sea más fácil acceder, no se muy bien como funcionan los links en esta pagina... en fin).

🐉Link de instagram: https://www.instagram.com/troutsfish/ 

🐉Link de twitter: https://x.com/fishtrouts?t=IUxm1l9cv4YWAqhSWJE9vw&s=08  

No entretengo más, feliz lectura 💜

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La vida transcurría ajetreada en el pequeño pueblo de Serendia, era media mañana y todos los habitantes trabajaban en sus quehaceres diarios. El mercado central del pueblo rebosaba de gente, gente comprando frutas, verduras, carnes o pescados. Los dependientes anunciando sus productos a gritos, las personas charlando entre ellas, los niños correteando entre las piernas de sus padres.

-¡Maldita alimaña! -Gritó el carnicero mientras lanzaba su pesado zapato en dirección a un cuerpo, que apenas pudo esquivarlo y le golpeó en el costado. -¡Vuelve aquí!

El ser, que era del tamaño de un perro de caza, no se dignó en darse la vuelta, mientras huía con un trozo de carne entre sus fauces, sabiendo que no podría volver a robar al hombre en una buena temporada.

La gente gritaba cuando pasaba corriendo entre sus piernas, pero apenas eran capaces de discernir qué era lo que les había rozado.

Era una suerte que el pueblo se encontrara al lado de un extenso y frondoso bosque, habiendo solo un par de caminos transitables, en la oscuridad del follaje habitaban cientos de especies y seres alejados de los humanos, donde sus hogares les protegían de las fuerzas de la naturaleza y de depredadores mayores.

El animal atravesó varios arbustos repletos de pinchos, que no le hicieron apenas un rasguño, y pudo suspirar tranquilo.

Estaba a salvo, de momento.

Sin dejar caer su preciado premio, siguió caminando por el suelo lleno de raíces y hojas en descomposición, asustando a pequeños animalitos, que huían en cuanto veían sus afilados dientes y sus ojos rasgados.

Cuando sabía que estaba cerca de su nido, aceleró el paso rápidamente hasta ver el agujero bajo un gran árbol, con madera oscura y raíces que sobresalían por la tierra, el gran gigante se elevaba en altura y grosor en el centro del bosque.

Haciendo un pequeño ruido con la garganta, pudo ver como dos pares de ojos brillaban desde el interior del tronco, respondiendo con unos pequeños gimoteos.

El ser se apresuró a entrar en su nido y fue recibido por gruñidos y saltos de alegría por las dos crías en el interior. El mayor dejó caer la comida frente a ellos y contempló con cariño como los bebés se peleaban por quedarse con el trozo de carne.

Luego, agotado de su travesía, se dejó caer sobre el suelo musgoso y húmedo, su cuerpo peludo de colores ocres y miel se encontraba enredado y sucio por su repentina huída, la parte inferior, estaba plagada de pequeñas escamas, refrescándose con la frialdad del suelo. No tardó en cerrar los ojos azules rasgados y dejarse ir en un sueño tranquilo.