•En donde JiMin ingresó a un nuevo instituto después de estudiar virtualmente toda su vida. Nunca pensó que su inocencia y pureza fuesen perturbadas por el famoso Fuckboy de ahí.
•O en donde JungKook establece al chico albino como su nuevo objetivo...
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JiMin terminó de recoger sus cosas para poder salir del salón, sin embargo, la puerta estaba cerrada. No se dio cuenta de cuando esta se cerró.
Ignorando por completo la existencia de JungKook, intentó abrirla, pero no pudo, estaba trabada o cerrada con llave, empezaba a desesperarse.
—¿Qué pasa precioso? ¿estás en aprietos? No me digas que no tienes fuerzas para abrir una puerta —le dijo Jeon, con un tono burlón.
—Mejor abrela tú, por favor.
No iba a caer en las provocaciones del otro, por eso decidió mantener la calma.
—Ajá, claro, yo lo hago.
JungKook fue a abrir la puerta, fingió que estaba haciendo la mayor fuerza del mundo y que estaba confundido porque no quería abrir.
—Le pusieron llave desde afuera.
El albino al escuchar eso, se puso nervioso y caminó de un lado a otro, no podían quedarse encerrados en un salón, ¡menos estando con él! Sería un infierno.
—Hay que escribirle a alguien para que nos venga a sacar.
Sacó el celular de su mochila, sin embargo, JungKook se lo quitó y lo tiró a la parte de afuera, por el pequeño espacio en la parte inferior de la puerta.
—¡¿Qué hiciste?! ¡Estás loco! No puedes hacer eso, es MI teléfono y si se le hizo un pequeño rasguño vas a tener que comprarme uno nuevo.
—El pequeño JiMin sacó las garras —soltó una carcajada—. Cuando te enojas, te pones todo rojo, eres tan lindo, pareces una fresa con ese montón de pecas en tu cara.
A JiMin le enojó más escuchar como se burlaba de él, no lo iba a permitir.
—Escucha, que los dos hayamos quedado encerrados aquí no es casualidad. Fue el destino que nos puso juntos y debe ser por algo, ¿no?
—¡No! No fue el destino, fue mi mala suerte que me condenó.
Al más pequeña no le gustaba aceptarlo, pero sí, Jeon tenía mucha influencia sobre él, hace que todos sus sentimientos dupliquen su intensidad, sean buenos o malos.
