•En donde JiMin ingresó a un nuevo instituto después de estudiar virtualmente toda su vida. Nunca pensó que su inocencia y pureza fuesen perturbadas por el famoso Fuckboy de ahí.
•O en donde JungKook establece al chico albino como su nuevo objetivo...
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En el momento del almuerzo, JungKook se llevó a Christopher fuera de la multitud, lo que dijo era muy en serio. Lo empujó contra la pared y lo vio con sus ojos filosos, solo le iba advertir una vez, todos en ese lugar sabían que no daba segundas oportunidades ni se apiadaba de nadie.
—Escuchame bien, cabrón. No te quiero cerca de JiMin, yo lo vi primero, no me interesa lo que sientas, ¿entiendes?
Chris asintió sin chistar, nadie era capaz de enfrentarlo, el nivel de manipulación de JungKook es gigante, puede hacer que todos ahí le teman.
—S-sí, no te preocupes... Yo solo estaba bromeando.
—Más te vale. Te estaré vigilando.
Lo soltó para irse, viendo a JiMin solo y desconcertado cuando llegó a los pasillos, era su oportunidad de hacer algo.
Se aproximó a tocar su hombro, sin embargo, NamJoon lo detuvo agarrándolo de la muñeca.
Bueno, realmente no todos le temen, hay excepciones como él.
—Dejalo en paz, él no será tu juguete, buscate a otro, hay un montón de chicas desesperadas para que te las folles, ve con alguna de ellas, no con este pobre chico que apenas sale a conocer el mundo.
JungKook frunció el ceño, para nada estaba acostumbrado a que le hablaran así, menos de parte de un cerebrito, y no uno cualquiera... El más nerdo de todos.
—No me retes, no sabes de lo que soy capaz.
—Claro que lo sé, ir a llorar porque te diste cuenta que no todos somos tus lamebolas —NamJoon puso a JiMin detrás, él más pequeño no entendía nada.
—Me las vas a pagar, te arrepentirás de haberte metido conmigo —lo amenazó, su ego estaba siendo roto, no lo iba a permitir.
—Como tú digas, suerte con eso.
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