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Era el séptimo cumpleaños de Jihyo, y la casa estaba llena de globos y risas

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Era el séptimo cumpleaños de Jihyo, y la casa estaba llena de globos y risas. Todos sus amigos estaban allí, corriendo por el jardín, pero Jihyo estaba sentada en las escaleras, apartada del bullicio. Ella disfrutaba de las fiestas, sí, pero a veces necesitaba un momento de calma, alejada del ruido.

Jungkook, con su camiseta arrugada y un pequeño paquete en las manos, la encontró en su escondite. Se acercó, algo nervioso, y se sentó a su lado sin decir nada. Tras unos segundos de silencio, finalmente le tendió el paquete. Era pequeño y estaba envuelto de manera torpe, pero Jihyo lo tomó con una sonrisa curiosa.

—No es gran cosa —dijo Jungkook mientras se rascaba la nuca, claramente incómodo—. Lo hice yo mismo.

Jihyo desató con cuidado la cinta y, al abrirlo, se encontró con una corona de flores tejida a mano. Las flores eran pequeñas, algunas ya marchitas por el calor del día, pero para Jihyo era el regalo más bonito que había recibido. Dentro de la corona, una cinta de papel colgaba con un mensaje escrito a mano:
“Reina Jihyo”.

—¡Es perfecta! —exclamó, colocándose la corona sobre la cabeza.
Jungkook la miró sonrojado, y ambos estallaron en una carcajada. A partir de ese día, Jihyo guardó la corona como un tesoro. Aunque con el tiempo las flores se secaron y la cinta se arrugó, para ella siempre fue un símbolo de la amistad sincera que compartían.

Era un sábado como cualquier otro, era el Verano del año 2005, Jungkook y Jihyo estaban en el parque, sentados en los columpios, discutiendo apasionadamente

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Era un sábado como cualquier otro, era el Verano del año 2005, Jungkook y Jihyo estaban en el parque, sentados en los columpios, discutiendo apasionadamente. La discusión había comenzado por una tontería: quién era mejor en los videojuegos. Jungkook defendía que él, por supuesto, era superior en cualquier tipo de juego, mientras que Jihyo no estaba dispuesta a darle la razón tan fácilmente.

—¡No es cierto! Yo gané la última vez en ese juego de carreras —protestó Jihyo, cruzando los brazos con una mirada desafiante.

—Solo porque tuve mala suerte. Sabes que soy mejor en todo lo demás —respondió Jungkook, dándole una patada ligera al suelo para balancearse en el columpio.

La discusión se intensificó, y pronto ambos se miraban en silencio, enfurruñados, cada uno negándose a ceder. Después de un par de minutos de silencio incómodo, Jungkook se levantó, ofendido.

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⏰ Última actualización: Nov 03 ⏰

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