⋆⁺₊⋆ ☾⋆⁺₊⋆
Había una vez dos chicos llamados Alastor y Luzbel, quienes eran pareja y compartían un oscuro secreto. Alastor era caníbal y disfrutaba comiendo carne humana, mientras que Luzbel solo disfrutaba matar y darle la carne a su pareja.
Ambos...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Alastor y Luzbel entraron a aquella pastelería que estaba enfrente de ellos para así poder hablar con la dueña del local y mejor amiga de ambos para darle la bolsa que traían y verificar la herida de Luzbel.
-Al entrar, notaron que no había mucha gente en el lugar, y la poca que se encontraba solamente hablaban animados en las mesas del lugar, tomando uno de los deliciosos cafés del lugar junto a una rebanada de panqué.
-Saludaron a las pocas personas que habían y fueron a la barda del lugar y tocaron la campanita que se encontraba. Mientras esperaban, Luzbel decidió sentarse en las sillas que estaban y recargo un poco sus codos para acomodarse y descansar un poco, más su mente le hacía una mala jugada para recordar a los dos chicos que chocaron con el hace un par de minutos.
-En si, le pareció desagradable que uno de ellos casi lo tira, de no ser que su pareja lo agarro antes de caer y lastimarse, Pero... En cierta parte le pareció extraño ver a dos chicos así en las calles de Nueva Orleans, por qué uno de ellos hablo en Francés y casi no había muchos extranjeros en ese lugar.
-Pero, ese tono de voz, su apariencia y, el echo de que son de Francia le familiarizará, trataba de reconocer sus caras y... Le recordaba a ...-
—¡Alastor, Lucifer!, ¡Che gioia vederli qui!. -Saludo entusiasmada una mujer de aspecto elegante interrumpiendo los pensamientos de Luzbel y voltear a verla. La dama usaba un vestido largo de color rojo con mangas, tenía una facción delicada junto a una sonrisa alegre.
-La dama salió de la cocina y se acercó a Alastor para abrazarlo, el cual gustoso también la abrazo de la misma manera.
...
Luego pensare en eso...
...
—Hace una semana que no te veía a ti Alastor, es un gusto volver a verte en mi pastelería. -Hablo la dama, tan alegre en sus palabras dejando de abrazar de su amigo y dirigirse a Lucifer, abrazándolo de la misma manera. —¡Oh Luci querido!, ¿Cómo has estado?.
—Señorita Rosie, eh estado muy bien gracias por preguntar. -lucifer abrazo de igual manera a la dama con alegría.
—Díganme, ¿En que les puedo ayudar?. -Rosie se separó de Lucifer y miró a ambos con una sonrisa.
—Mmh, Venimos aquí a tu pastelería a entregarte esto. -Alastor tomó la bolsa qué tenían y se la entrego a la dama, la cual gustosa la recibió y examino con alegría lo que contenia.
—Pensamos que te serviría para tu pastelería, ya que el último entrego fue hace dos semanas. -Hablo Lucifer con una sonrisa.
