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Había una vez dos chicos llamados Alastor y Luzbel, quienes eran pareja y compartían un oscuro secreto. Alastor era caníbal y disfrutaba comiendo carne humana, mientras que Luzbel solo disfrutaba matar y darle la carne a su pareja.
Ambos...
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⋆-Alastor y Luzbel estaban en su escondite en lo profundo del bosque, el cual casi nadie se atrevia a pasar debido a los peligros del lugar, ambos estaban escuchando los gritos de desesperación por parte de una mujer la cual estaba atada y tenían múltiples heridas en la mayoría de su cuerpo, mientras que a su lado se encontraba su esposo el cuál estaba desmayado o posiblemente muerto, ya que tenia más heridas y no tenía su mano derecha, debido a que fue arrancada por parte de Luzbel.
–¿Puedes dejar de gritar, señorita?, ya empezó a dolerme la cabeza tan solo escuchar sus asquerosos gritos de ayuda. -Comento molesto Alastor mientras cortaba en trozos aquel brazo para poder cocinarlo.
–¡Por favor que alguien nos saque de aqui!, ¡No aguanto este dolor!. -gritaba desesperada la mujer mientras trataba de desatar las ataduras que tenía.
–Nadie va a venir a buscarte, en este lugar no habita ninguna persona, y si lo hubiera, ya sería comida para lobos. -Comento divertido Luzbel mientras observaba de la mujer, la cual quedó horrorizada por lo que dijo.
–¡Eso no es cierto!, ¡Alguien vendrá a buscarnos y ustedes la pagarán!. -gritó bastante desesperada.
–¿Puedes callarte?, no me gustaría tener que pedirle a mi pareja de cortarte las cuerdas vocales y dejarte ahogarte en tu propia sangre. -Habló ya molesto el castaño dejando de lado la carne que había cortado para acercarse a la mujer y Luzbel. –Es inútil, ahora te callas o yo mismo lo hago..
⋆-La mujer rápidamente se calló para que al menos no le hicieran daño, por lo cual Alastor sonrió divertido y fue a la parte trasera para poder subir las escaleras e ir por algunas cosas. Por lo cual se quedó sola junto al cuerpo desmayado o muerto de su esposo y de Luzbel, el cual había desatando las cuerdas que tenia amarrado su esposo para asi poder arrancar un par de carne, dejándolo prácticamente tirado, tarareaba una melodía mientras iba por el cuchillo que había dejado alastor y agarrar la olla en la cual tenía los trozos de carne que había cortado Alastor minutos atrás.
⋆-Aunque la mujer se mostraba prácticamente asustada, estaba desatando las cuerdas de sus manos con cuidado pará no hacer ruido, ya las tenía desatadas por lo que esperaría a que Luzbel se acercará para poder al menos golpearlo y agarrar algo filoso para clavarle.
⁰¹–Sabes, me sorprende el echo de que tú esposo peleará para poder irse de esta cabaña. -menciono mientras limpiaba aquel filoso cuchillo, llamando la atención de la mujer. –Me parece agradable ver cómo un hombre trata de defenderse, apesar de saber que lo único que lo espera es la muerte misma.
