No sabía qué había planeado, ni podía imaginar lo que él había dispuesto para esta noche. La atmósfera estaba impregnada de misterio y emoción, y la sorpresa fue tan abrumadora que, cuando sentí las manos de Areum bloqueando mi vista, no pude evitar quedarme asombrada. Justo cuando me preparaba para volver a ver, me encontré con un vacío: la puerta principal, que antes había estado abierta, ahora estaba cerrada.
Instintivamente, giré la cabeza para mirar detrás de mí, pero antes de que pudiera hacer algo más, una mano gigantesca cubrió mis ojos con firmeza, robándome la visión y el aliento. Era una mano tan inmensa que parecía desbordar el tamaño de mi rostro, y con su otra mano, me agarró de la cintura, atrayéndome hacia él con una fuerza protectora. En ese instante, el aire se llenó de un aroma embriagador, una mezcla de su colonia y algo tan íntimo que solo podía ser suyo. Este olor, tan familiar y reconfortante, me envolvió por completo, confirmando lo que ya sabía en lo más profundo de mi ser: era él.
—Creía que me evitarías toda la noche —dije, tratando de ocultar la mezcla de sorpresa y emoción que se acumulaba dentro de mí.
—No puedo bajar la guardia con tus padres presentes —respondió, su voz grave resonando cerca de mi oído como un suave murmullo que me llenaba de inquietud.
—¿Ahora que no sé dónde están... aunque sea unos minutos, me dejas mirarte a los ojos? —le pedí, casi suplicando, sintiendo cómo mi corazón latía con fuerza en mi pecho.
—Mierda, Lea... —exclamó, sacando su mano rápidamente. Con un movimiento ágil, me giró hacia él, su agarre firme en mi cintura. Mis ojos brillaban, casi llenos de lágrimas, y él, al notar mi estado, volvió a cubrir mi vista con sus manos, como si pudiera protegerme del mundo que me rodeaba.
—No me hagas verte así, no ahora que tengo que contenerme, princesa. —susurró, un suspiro escapándose de sus labios que me hacía sentir que el tiempo se detenía.
La voz sarcástica de Areum interrumpió el momento perfecto. —¡Salgamos ya, princesos!
—Abre esa puerta, Areum —le ordenó él, manteniendo sus manos sobre mis ojos. A pesar de eso, sabía que él podía sentir las gotas de emoción acumulándose en mis pestañas.
Mis pasos se alinearon con los suyos, avanzando juntos hacia lo desconocido. El aire nocturno acariciaba mi piel, y el sonido de risas y murmullos a lo lejos creaba una atmósfera de expectativa. De repente, él me detuvo, y el fresco del aire nocturno me recordó que habíamos salido. Era un contraste absoluto con el calor que había sentido momentos antes.
Cuando por fin me quitó las manos de los ojos, lo primero que vi fue un escenario que me dejó sin aliento. La noche se había llenado de luces parpadeantes y destellos dorados, y entre esa neblina mágica de luces, mis padres, Dahyun y los chicos sostenían sus teléfonos, grabando y sonriendo, con las caras llenas de expectativa. Mis ojos recorrieron el ambiente hasta detenerse en una enorme caja en el centro, envuelta en un lazo brillante que reflejaba las luces como si guardara un tesoro inimaginable.
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Peligrosa Adicción. Jungkook ©bnsoel
FanfictionElla gana una beca para estudiar en la Universidad de Corea, un sueño que se convierte en realidad. Sin embargo, sus padres, preocupados por su seguridad, se resisten a dejarla sola en un país tan vasto. Deciden contactar a un amigo de la familia q...