Vamos a volar (minsung)

Capítulo 1

-Hanni, ¿hiciste planes?-Preguntó Minho desde la otra punta del pasillo.
-No, ¿por?-Respondió Han mientras se retocaba el pelo ante el espejo del baño.
-Por si querías ir a dar un paseo conmigo.-Explicó Lee Know un poco sonrojado.
-¿Estaría arreglándome en el espejo si no quisiese ir contigo a dar una vuelta?-Respondió con un tono irónico.
-Ja ja, me parto de risa.-Reaccionó el otro con un tono burlón.-Ven aquí, déjame verte.-Ordenó acercándose al castaño y acomodandole la chaqueta a este.-Perfecto, como siempre.-Contestó antes de darle un beso en la mejilla a este.
-¿Nos vamos? Me muero de hambre.-Dijo el castaño mientras agarraba el abrigo de la percha del recibidor.

El cielo estaba despejado, se presenciaba luna llena, y una cálida brisa hacía de la noche, un momento realmente confortable con el que disfrutar en pareja.
-Que lindo se ve todo, las estrellas, la luna, y por supuesto, tú.-Soltó Minho admirando el cielo estrellado y apoyando su cabeza en el hombro de Han Jisung, el cuál sonreía por las cursiladas que soltaba Lee Know sin razón alguna.
-Y yo que pensaba que era el más cariñoso de los dos, cada día me sorprendes más, señor Lee.-Reaccionó el castaño con un tono chistoso.

Los dos tortolitos se sentaron en un banco para admirar el reflejo de la luna sobre el lago de cisnes del parque.
-¿Te apetece quedarte a dormir conmigo esta noche? Podríamos ver pelis, charlar...besarnos.-Han se sonrojo por un momento.
-Me parece que hoy estás muy cariñoso, ¿tienes fiebre?-Le preguntó el castaño poniéndole la mano en la frente a este.
-¿Acaso no puedo decirle a mi novio lo tanto que lo quiero?-Preguntó el rubio arropandose con el abrigo del otro.
-Y pensar que llevamos saliendo solo dos días, debiste advertirme lo cariñoso que te ponías cuando te enamorabas.-Se lamentó el castaño intentando despegarse del de mechas.
-¿Aún te acuerdas cuando me declaré?
-Literalmente fue hace dos días.-Interrumpió el castaño.

-Han, ¿te puedo decir algo?
-Claro, ¿que ocurre?
-Me gustas.

-Que extraño, lo recordaba más romántico.-Reaccionó decepcionado el rubio.
-Eso es porque estabas ebrio, no se te entendía nada, y para colmo, cuando acabaste de deliriar, te quedaste dormido. Da gracias a que caíste encima mía, porque sino...-Explicó el castaño lamentándose por lo vergonzoso que fue aquel momento.