—Luce no tienes idea de las cosas que quiero hacerte, quiero hacer que te corras durante toda la noche de mil maneras diferentes, besar cada milímetro de tu cuerpo, aprender todo lo que te hace retorcerte de placer—. Soltó Lockwood casi en un gruñido.
Apartó la mirada avergonzada y con la cara ardiendo, quien era este Lockwood y que había hecho con el siempre en control absoluto y sonrisa de mil gigavatios Lockwood. Estaba tan cerca de mí que sentía oleadas de calor saliendo de él. Lo miro de reojo todavía con la cabeza girada, pero pareció por fin perder el poco control que le quedaba; con su mano toma mi barbilla, me obliga a mirarlo y es ahí donde me doy cuenta... Lo deseo, lo amo nunca había estado tan segura. Hemos estado dando vueltas durante años después de haber derrotado a Marissa Fittes (donde ambos casi morimos), ha habido algunos besos robados, nuestras típicas caminatas al parque, las noches de insomnio en la biblioteca al lado del fuego acurrucados bebiendo té. Pero solo hoy después de nuestra acalorada pelea en la cocina para intentar disculparme y arreglar las cosas, habíamos terminado besándonos y en esta situación; él viéndome como un lobo hambriento y yo siendo la personificación de un tomate.
—Lockwood no sé qué esperas para empezar a besarme— digo y eso es todo lo que necesita para empujarme a la pared de forma apresurada, impaciente y un poco brusca, pero ni siquiera tengo tiempo de pensar en el dolor del golpe porque su boca esta sobre la mía, su lengua se abre paso por mi boca, presiona mi lengua, la acaricia lentamente, me besa como nunca antes lo había hecho a diferencia de nuestros anteriores besos este no tenía nada de inocencia o calma, era un beso lleno de deseo, pasión y tanta ansia que me hizo pegarme más a Lockwood y comenzar a tocarlo por todas partes. Sin romper el beso me levanta y yo enredo mis piernas en sus caderas, los años lo hicieron más alto, su espalda se hizo un poco más ancha, seguía siendo delgado pero todo ese entrenamiento con Lady Esmeralda y Joe el flotante habían hecho su trabajo definiendo sus músculos haciéndolo todavía más atractivo, a mí en cambio solo se me habían ensanchado las caderas, crecí un poco más y mis pechos eran ahora unas naranjas sin embargo a Lockwood parecían encantarle porque no paraba de tocarlos por encima de mi camisa, una de sus manos se desliza por mi muslos levanta uno para acercarme más, la nueva posición me hace gemir en su boca, él gruñe y deja de besarme.
—Luce, ¿quieres que siga?, ¿te sientes bien? —pregunta sin aliento. Siento algo duro presionando en vientre a través de sus pantalones—. ¿Quieres que me detenga?...
—No te atrevas a detenerte.
—Me alegra oírlo, aunque lo intentara nunca hubiera podido detenerme. — Me aparta el flequillo de la frente, acerca su cara a mi cuello. Comienza a esparcir besos, me muerde el lóbulo y luego lo lame haciéndonos gemir a ambos. — Vamos a la cama— dice comenzado a caminar sin esperar mi respuesta. Me acuesta con cuidado, me quita la camiseta, comienza un camino de besos desde mi cuello hasta mis pechos en donde posa sus labios encima de mi sujetador su mano va a la parte de atrás desabrochándolo, su frente presiona la mía y mira hacia abajo, viendo mis duros pezones—. Maldición— murmura y con su mano derecha cubre uno de mis senos comenzado acariciarlo, con su pulgar e índice comienza a mover mi pezón de un lado a otro. Lo pellizca un poco fuerte y eso me hace ahogar un grito—. No tienes idea de lo mucho que me está costando contenerme, eres una diosa, te voy a follar tan duro que no dejaras de gritar mi nombre y despertaras a los muertos. — Sin dejar de tocar mi pecho se lleva a la boca el otro, comienza a lamerlo de una forma que me tiene gritando y retorciéndome, estoy tan mojada que he arruinado mi ropa interior.
—Lockwood... por favor—gimo sin saber porque ruego—. Sin embargo, el parece entenderme así que volviendo a besarme empieza deslizar su mano por mi vientre hasta llegar al borde mi falda, hoy decidí no usar leggins así que fue fácil para él quitarme la falda junto a mi ropa interior, sin nada por delante su pulgar toca mi clítoris con suavidad enviando una oleada de placer por todo mi cuerpo haciéndome ver estrellas.
ESTÁS LEYENDO
TU ERES MI HOGAR
FanfictionUn Fanfic romántico sobre Lucy y Lockwood de la saga Lockwood & Co.