—¡Lucy en qué demonios estabas pensando al arriesgarte de ese modo! ¡Olvidas que somos un equipo, tu, George, Holly y yo, no puedes simplemente salir corriendo de ese modo, nos abandonaste te pusiste a ti misma y a la misión en riesgo sabes lo aterrado que estaba mientras lidiaba con ese espectro en la planta baja mientras escuchaba tus gritos en la otra habitación, no sabía que estaba pasando porque decidiste ignorar mis ordenes e intentar comunicarte con el visitante aun sabiendo que no me agrada cuando haces eso, George ya había hecho la investigación pertinente y sabía dónde estaba la fuente no era para nada necesario! —Solo lo miro mientras contengo las ganas de abofetearlo es un hipócrita como se atreve a enfardarse cuando él ha hecho lo mismo cientos de veces arriesgando su vida olvidando por completo que somos un equipo.
—¡Estarían muertos de no ser por mí, les salve el trasero y tú única respuesta es gritarme! ¡Eres un hipócrita Lockwood, ¿acaso tu eres el único con derecho de poner su vida en riesgo? ¿es esa una regla no escrita que olvide?! —Alzo mi barbilla para mirarlo, nuestros ojos se encuentran y lo único que encuentro escrito en toda su cara nos enojó o frustración, solo veo miedo. Giro mi cara a un lado evitando su penetrante mirada no puedo estar enfadada mucho tiempo si sigue mirándome de ese modo. —Lockwood, tenía que hacerlo... — me interrumpe apretándome los brazos con fuerza, acercándome más a él, sacudiéndome un poco. —¡No, no tenías que hacerlo, entiéndelo no eres solo tú en el campo, no tenías que ponerte en peligro sin pensarlo, y definitivamente no debías tratar de encontrar la fuente y sellarla tu sola!
—¿Entiendes lo que puedo haberte sucedido? — continúa alzando su voz cada vez más. —¡Casi haces que te maten!
—Lockwood solo quería ayudar, quería conectar con el fantasma hablar con él, sabía que sería más fácil y rápido, solo hice mi trabajo, lo que debía hacerse, —le respondo en voz baja, estoy empezando a cansarme de esta discusión.
Lockwood soltó un bufido incrédulo, meneando su cabeza con desaprobación. —¿Casi morir haciendo tu trabajo es realmente necesario? ¡Maldición Lucy! — me soltó los brazos y puso sus manos en sus caderas comenzando a dar vueltas en círculos, sus botas golpeando fuertemente el suelo. Abro mi boca tratando de hablar, pero no sé qué decir está lo suficientemente enfadado como para escuchar cualquiera de mis escusas.
—Lo tenía todo controlado, era un riesgo necesario—esto último lo hace explotar (más de lo que creía posible), —¡No eres malditamente invencible Lucy! ¡Algún día harás que te maten y me aterra pensar que no podre llegar a tiempo para evitarlo! —se atraganta con sus sollozos, grandes lagrimas cayéndole por las mejillas, todo el miedo y la rabia reflejadas en su cara. —No puedo perderte, no a ti también —lo dice en un susurro como si lo estuviera diciendo para sí mismo.
Nos quedamos callados por un momento, toda la habitación llena de un tenso, pesado silencio, solo se escuchan sus sollozos y las respiraciones agitadas de ambos. Mi corazón duele al verlo de esa manera siento un nudo en la boca del estómago, que estúpida he sido. Me acerco a él suavizando mi expresión, tratando de hacerle ver cuanto lo siento. —Lockwood, lo siento—digo en voz baja y gentil—. No quería asustarte, es solo que... no encontré otro camino—. Lockwood voltea mirarme, su furia comenzando a enfriarse al escucharme. Pero su miedo sigue ahí, profundo y doloroso impregnando sus siguientes palabras —cada vez que te arriesgas así siento que voy a perderte, y no puedo—su voz se quiebra y se da la vuelta tratando de tranquilizarse, luchando por no derrumbarse enfrente de mí. Me acerco a él poniendo una mano en su hombro tratando de hacer que me mire. —No vas a perderme Lockwood, no lo permitiré, eso te lo prometo.
—No puedes prometer algo así—le dice por fin viéndola con sus ojos llenos de lágrimas no derramadas. —Tú no puedes controlar eso, nadie puede.
—Lo sé, pero puedo tratar de tener más cuidado, eso sí puedo prometértelo. Por ti, por George, Holly, incluso Kipps, nuestra pequeña familia. Coloco mi mano en su mejilla haciéndolo mirarme, estamos tan cerca que sus siguientes palabras golpean mis labios—más te vale no volver a hacer algo como eso de nuevo, no voy a quedarme sentado viéndote arriesgar tu vida.
—Lo sé, sé que tu saltarías a ayudarme, pero no será necesario no volveré a hacerlo, lo juró —le digo abrazándolo con fuerza descansado mi cabeza en su pecho. Levanto la cabeza para besarlo suavemente, pero el tiene otros planes porque tomándome de la cintura y su otra mano enterrándose en mi cabello acercándome todo lo que puede comienza a besarme de una manera que no había hecho antes, no hay nada de delicado o cariñoso como en sus anteriores besos, en este momento lo único que siento es pasión, desesperación, se abre paso con su lengua por mi boca y la manera en que me acaricia es tan sexy que es casi obscena, ambos gemimos acercándonos todo lo que podemos, Lockwood me acaricia por todas partes mientras yo tengo mis brazos aferrados a su espalda.
—Espera... Luce—me dice alejándose.
—¿Qué haces? ¿Por qué te alejas? —
—Porque si no me detengo ahora no podré hacerlo después —me responde aun sujetándome con fuerza como si en realidad no quisiera detenerse.
—No quiero que te detengas Lockwood—
—Entonces vamos a mi habitación—me dice sonriéndome, levantándome para llevarme a su habitación.
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TU ERES MI HOGAR
FanficUn Fanfic romántico sobre Lucy y Lockwood de la saga Lockwood & Co.