VOL. II EL GUARDIÁN DE LA LLAVE - PROFECÍA

Tragedia de Valencia- España

Al ver las noticias sobre lo sucedido en Valencia, España, quiero invitarles, amigos, a tomar un momento, aunque sea breve, para elevar una oración o enviar pensamientos de apoyo para quienes están atravesando estas pérdidas tan duras. Que encuentren fortaleza para llorar a sus seres queridos y también para levantarse y seguir adelante.

Si hoy pueden dedicar un segundo para pedir al cielo por ellos, háganlo; no importa en qué país estemos, pues al final, todos compartimos la misma humanidad, y la bondad es nuestro más grande valor. Y si están en España y pueden ofrecer ayuda directa, recuerden que hay madres que quizá necesitan leche o pañales para sus hijos, adultos mayores que necesitan insumos, mujeres que tal vez requieran productos de higiene para la menstruación, o simplemente una linterna, una manta, algo que les haga la carga más ligera. Cada ayuda suma y significa esperanza.

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MÁS SOBRE VALENCIA

La histórica inundación de Valencia en 1957 fue una de las más devastadoras que ha afectado a la ciudad y dejó una marca profunda en su desarrollo urbano. El 14 de octubre de 1957, fuertes lluvias provocaron el desbordamiento del río Turia, que inundó gran parte del centro de Valencia. Durante la tormenta, el caudal del Turia alcanzó niveles alarmantes, y, al desbordarse, el agua cubrió rápidamente viviendas, calles y negocios. Las inundaciones causaron la muerte de cientos de personas y dejaron daños materiales masivos, afectando viviendas, comercios y estructuras en toda la ciudad. Además, miles de personas se quedaron sin hogar, y los servicios básicos colapsaron.

El desastre de 1957 impulsó un importante proyecto de ingeniería conocido como el "Plan Sur," que consistió en desviar el cauce del río Turia hacia las afueras de Valencia. Con el nuevo cauce, el área central de la ciudad quedó protegida, y el antiguo lecho del río se transformó en un extenso jardín urbano, el Jardín del Turia, que hoy es uno de los parques más importantes y visitados de la ciudad.

UNA NUEVA TRAGEDIA

En octubre de 2024, Valencia vuelve a enfrentarse a una tragedia causada por intensas lluvias, aunque en esta ocasión, los daños se concentraron fuera de la ciudad principal, en localidades de la Comunidad Valenciana como Torrent. Durante esta tormenta, algunas zonas registraron precipitaciones de hasta 179 mm en solo una hora, desbordando en esta ocasión el río Magro, que experimentó un aumento súbito de su caudal debido a las fuertes lluvias generadas por el fenómeno DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos). Ocasionando auténticos torrentes arrasando vehículos, árboles y estructuras a su paso.

Varios informes y expertos han apuntado a fallas graves en la respuesta de las autoridades Españolas y en los sistemas de advertencia meteorológicas. 

Muchos residentes de Valencia y áreas cercanas recibieron alertas de emergencia cuando ya era tarde; la inundación y el caos en las comunicaciones hicieron que algunos incluso quedaran atrapados sin recibir aviso previo. De hecho, el sistema de alerta de móviles no se activó a tiempo para todos los ciudadanos, y las autoridades regionales están siendo criticadas por no aconsejar a la gente quedarse en casa antes de que el fenómeno meteorológico alcanzara niveles peligrosos.

Las políticas locales también están bajo escrutinio pues la eliminación de la Unidad de Emergencia Valenciana, una fuerza de respuesta rápida, pudo haber reducido la capacidad de respuesta en esta catástrofe. Al mismo tiempo, la presión económica podría haber sido un factor, ya que muchas empresas no suspendieron actividades pese a la alerta de lluvias, lo cual expuso a los empleados al riesgo de quedar atrapados en sus trayectos​.

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Es fundamental que nosotros, como jóvenes, comprendamos la historia y los riesgos que enfrentamos cuando permitimos que políticas mal planteadas, o decisiones tomadas por la conveniencia o el ahorro de presupuesto, dominen nuestras comunidades. No se trata solo de un problema de gestión o economía: hablamos de nuestras vidas y del impacto que decisiones apresuradas o no tomadas pueden tener sobre el bienestar de todos. Al entender el pasado, con sus aciertos y errores, podemos construir un criterio más sólido sobre qué políticas elegimos apoyar en el futuro, teniendo en cuenta que  quizás muchos de nosotros puedan ser quienes gestionen esas decisiones o quienes acarreen las consecuencias. 

Al final, debemos recordar cuán frágiles somos frente a los fenómenos naturales y las fuerzas de este mundo. Nuestras vidas, aunque significativas, son solo una pequeña parte de este vasto y asombroso planeta. Ser conscientes de esta realidad puede ayudarnos a ser más humildes, a valorar nuestras experiencias y a aprender a vivir con mayor empatía.

No olvides abrazar y amar a tus seres queridos hoy; no pospongas la bondad ni la amabilidad. Prioriza tu felicidad y la de quienes te rodean, porque nada está garantizado. La vida es preciosa y finita, y no siempre sabemos si habrá un mañana, aunque lo esperemos con ansias.

Para quienes estamos lejos, sigamos apoyando con oraciones y buenos deseos. Mucha fuerza para la comunidad española en estos momentos difíciles.

Reciban un gran abrazo a la distancia,

Bárbara.