Mi Demonio// Naruto x Sakumo/male oc

2.Temp2

Era un día soleado en Konoha y las hojas de los árboles brillaban bajo la luz del sol. Naruto Uzumaki y Sakumo Uchiha, se encontraban en el parque central, conversando sobre el futuro de Konoha. Ambos sabían que el mundo shinobi estaba lleno de cambios y que era fundamental adaptarse.

—¿Te imaginas lo que pasaría si logramos convencer a Tsunade de aceptar a Deidara en la aldea?—

Preguntó Naruto, entusiasmado.

—Sería un gran desafío—

respondió Sakumo

—pero creo que tiene el potencial de ser un gran activo para Konoha. Su arte podría unir a la gente de diferentes maneras.—

Naruto asintió con la cabeza.

—Después de todo lo que pasó con Akatsuki, la gente podría estar de acuerdo, pero también debe ser una oferta que Tsunade no pueda rechazar.—

Sakumo cruzó los brazos, pensativo.

—Podemos argumentar que Deidara ha mostrado interés en reformarse y que su talento podría ser beneficioso. Pero primero, tenemos que tener una reunión con Tsunade.—

Con determinación, ambos se dirigieron hacia la Torre Hokage. Al llegar, se encontraron con la puerta entreabierta. Tsunade estaba sumida en documentos, pero al notar su presencia, levantó la vista.

—¿Qué quieren?—

Preguntó, con una mezcla de curiosidad y agotamiento.

—oba-chan, queremos hablar sobre Deidara—

Comenzó Naruto, con voz decidida.

—Creo que deberíamos darle una oportunidad.—

Tsunade frunció el ceño, escribiendo algo en un papel antes de mirar a los chicos.

—¿Están hablando en serio? ¿Cómo pueden estar seguros de que no es un enemigo?—

—Porque he hablado con él—

Intervino Sakumo, buscando en sus recuerdos.

—Deidara no es solo un artista explosivo. Hay más en que solo desea ser comprendido. Puede contribuir a la aldea. Además Inoichi revisó su mente. Deidara dice la verdad, fue obligado a entrar en Akatsuki.—

Naruto se unió a la conversación.

—Si le damos la oportunidad de mostrar su verdadero yo, podríamos beneficiarnos de su arte y de su perspectiva. Además, podemos pensar en alguna forma de supervisarlo, para que oba-chan no tenga que preocuparse.—

Tsunade los miró en silencio, evaluando sus palabras. Finalmente, suspiró.

—Está bien, pero lo que les digo es serio. Si hay un solo signo de desconfianza o algo que amenace la seguridad de la aldea, será su responsabilidad quitárselo de encima.—

—¡Sí!—

Exclamaron ambos al unísono, llenos de entusiasmo.

—Llevarlo a hablar con la aldea será su tarea—

Concluyó Tsunade.

—ahora, háganlo bien. No quiero escuchar un solo rebote de explosivos en la aldea.—

Naruto y Sakumo se apresuraron a buscar a Deidara. Lo encontraron en una pequeña colina afueras de la aldea, donde estaba disfrutando del paisaje mientras moldeaba una figura de arcilla.

—¡Deidara!—

Llamó Naruto, acercándose con una sonrisa.

El artista se dio la vuelta, sorprendido.

—¿Naruto? ¿Sakumo? ¿Qué hacen aquí, hm?—

—Venimos con buenas noticias—

Dijo Sakumo, mientras Naruto asentía emocionado.

—Tsunade ha decidido darte una oportunidad en la aldea.—

La expresión de Deidara cambió de sorpresa a una mezcla de alivio y duda.

—¿En serio? ¿Podré quedarme aquí, hm? ¿Sin problemas?—

—Sí, con una condición,—explicó Naruto.

—Tendrás que demostrar que realmente quieres ser parte de Konoha. Debes estar dispuesto a cambiar y aceptar el camino que elijas aquí.—

Deidara sonrió, completamente convencido.

—Estoy listo. Este lugar parece vibrante. Quiero aprender sobre la aldea y su gente, hm.—

—Perfecto,—

dijo Sakumo.

—Vamos a mostrarte Konoha.—

A medida que caminaban por Konoha, los aldeanos miraban a Deidara con desconfianza, pero Naruto y Sakumo se aseguraron de presentarlo y explicarle a todos que Deidara era parte de la comunidad ahora.

—Este es el campo de entrenamiento—

Comenzó Sakumo, señalando un terreno amplio y lleno de actividad.

—Aquí es donde muchos ninjas practican y perfeccionan sus habilidades.—

—Siempre quise aprender sobre las técnicas y estilos de los ninjas,—

dijo Deidara, mirando a su alrededor con admiración.

—El arte del ninjutsu también es una forma de arte, ¿no creen?—

—Exactamente—

respondió Naruto, sonriendo.

—Y podemos mostrarte algunas técnicas, incluso técnicas de explosivos que podrías adaptar a tu propio estilo.—

—Eso sería increíble, hm,—

Deidara dijo con nuevos ojos brillantes.

—Quiero crear algo que todos recuerden.—

Luego, se dirigieron a la Comida de Ramen de Ichiraku. Al entrar, el aroma del caldo caliente y los fideos recién cocinados envolvieron a Deidara.

—Esto huele genial, hm.—

—¡Es el mejor ramen del mundo dattebayo!—

Exclamó Naruto mientras se sentaba, ansioso por pedir su plato favorito.

—Es una de las cosas que tienes que probar en Konoha.—

A medida que disfrutaban de la comida, Deidara no podía evitar ser arrastrado por la energía alegre de Naruto.

—¿Siempre eres así?—

preguntó, brindando una sonrisa.

—¡Claro! Siempre hay que encontrar el lado positivo en las cosas. La vida es demasiado corta para ser negativa—

Respondió Naruto, feliz de compartir su entusiasmo.

Después de comerse los platos de ramen, decidieron llevar a Deidara al monumento de los Hokages, donde se podía ver toda la aldea desde lo alto. Mientras miraban el horizonte, Deidara se sintió inspirado.

—Esas caras son las de quienes defendieron este lugar, hm. Me gusta. Quiero ser parte de esto.—

—Y puedes serlo—

dijo Sakumo.

—La aldea necesita personas como tú para mostrar diferentes perspectivas y enfoques. Con tu arte, puedes inspirar a otros.—

—puedo ver el futuro—

musitó Deidara, cerrando los ojos, sintiendo el viento en su rostro.

—Un futuro donde todos puedan crear juntos, sin conflictos.—

Naruto se volvió a mirar a Deidara y sonrió.

—Y puedes empezar aquí.—