Miré detenidamente mi reflejo en el espejo.
Saqué el maquillaje de la bolsa y empecé a aplicarme en el rostro el maquillaje.
Me estiré el párpado hacia un lado e hice la raya con el eyeliner. Extendí con las manos en mis pómulos colorete de un tono rosa clarito y me eché pintalabios rojo claro. Cepillé mi pelo con la raya en medio y me dirigí a ponerme un top corto blanco y unos pantalones rojos.
A por todas. -Dije mientras me salía una sonrisa poco disimulada.
Cogí el móvil y me dirigí a casa de Laura.El aire fresco me removió el pelo hasta quedar incómodamente pegado en mis labios a causa del labial.
Entré a casa de Laura, y allí estaban los gemelos, iban guapísimos la verdad.
Dani: Buenas Julia, que guapa te veo y que culo te hacen esos pantalones. - Dijo.
Eres gilipollas - Respondí .
¿Como se atreve a decir algo así? A penas lo conozco desde hace un día. Es un cabrón, como todos.
Laura: ¿Nos vamos chicos? - Preguntó mientras se alisaba el último mechón.
Vámonos - Le Respondí.
Íbamos los tres en fila , Jesús Laura Dani y yo.
Menuda noche me espera con este pegado a mi - pensé.
Llamamos al timbre de la casa de la fiesta y entramos. La casa era enorme y llena de gente por todos lados.
Laura: Julia ven, acercate. Estas son mis amigas.
Encantada - Dije.
Y fui una por una saludando con dos besos.
Rania: Yo soy Rania, encantada Julia. Nos caeremos bien, seguro, tu prima me ha hablado de ti. - Me decía con una sonrisa de oreja a oreja.
Nat: Yo soy Natalia, pero llámame Nat. Odio que me digan Natalia. - Me colocó su mano en el hombro como gesto amistoso.
Blanca: Y por último - rió - yo soy Blanca, sin más, espero caernos bien.¿Tomamos algo? - Me preguntó Rania.
Y sin tiempo a contestar, cogió mi brazo y me llevó a la barra que había fuera, junto a la piscina. Se sirvió un vaso de alcohol junto con cocacola.
¿Que te sirvo? - Dijo sin perder la sonrisa.
Yo: Mmm, lo mismo que a ti está bien, gracias.
Rania: ¿Como es que te has mudado?
Yo: Bueno... Pues negocios principalmente. Mi padre trabaja en una empresa española que residía en Francia, pero lo ascendieron y lo trasladaron aquí.
Rania: No te preocupes, aquí estarás de puta madre - rió por el uso del vocabulario -
Yo: Gracias - le devolví la sonrisa -
Estuvimos hablando bastante tiempo, la verdad que Rania era simpática.
De repente, noté como alguien cogió mi cintura.