Todos piensan que las personas como nosotros, esas que sueñan incluso despiertas, las que no son normales, nos gusta ser así, esos que vamos de negro, que nos gustan los tattoos incluso los piercing, esos que escuchamos música diferente, los que soñamos con ser perfectos en un mundo de imperfección, somos raros, por que no somos como ellos.
Toda esa gente que tienen que opinar sobre nosotros, nuestro cuerpo o nuestra vidas, ellos son los que alimentan lo que somos.
Gracias por hacer notar como somos, ellos piensan que no lo tenemos claro, piensan que no nos conocemos, que no sabemos cuales son nuestros defectos. Ellos son los que hacen que empecemos a fijarnos mas en lo que no nos gusta de nosotros mismos.
Nos odiamos a nosotros mismos, pero gracias por darnos donde más nos duele.
Gracias a todas esas personas que creen que son perfectas, los demás somos mas imperfectos aun, incluso he llegado a creer que toda esa gente que se metía conmigo, que decía cosas a mis espaldas eran mucho mejor que yo.
No tenían derecho a decirme que era lo que no estaba bien en en mi, pero no yo ya tenía bastante con lo que tenía que decir de mi misma. Ya me estaba haciendo el daño suficiente como para que los demás me lo hicieran.
Y es entonces cuando te das cuenta de que te has caído y que por mucho que intentes levantarte no puedes, que te está tragando el odio, la necesidad por ser lo que los demás esperan de ti.
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Mentalmente inestable
Non-FictionEsta historia es la mía propia, no todos tenemos una vida fácil, o no a todos nos lo hacen pasar bien.