Hay días que te despiertas y quieres vivir, quieres reír y pasártelo bien.
Pero luego piensas quienes se supone que son tus amigos, empiezas contándolos a pares y terminas contándolos con un par de dedos incluso podría ser que no contases ninguno.
Los que son tus amigos llega un día que no están, no entiendes el por que, sois amigos desde siempre, pero ese día te levantas y se han distanciado, han conocido gente nueva o simplemente no les importas lo suficiente como para invertir un para de horas en ti.
Lo peor de todos es que por esas personas lo has hecho todo, has llorado cuando han estado mal, has intentado que los días malos sean buenos, has estado en los mejores y peores días de sus vidas y sin embargo ya no eres nada para ninguno.
Esos por los que has sufrido alguna vez ni siquiera están cuando los necesitas, no saben cuando lo pasas mal, tampoco están en tus mejores momentos, simplemente ya no están nunca.
Los recuerdos te vuelven una y otra vez a la cabeza; con algunos sonríes y con otros te pones triste y vuelves a la realidad y no hay nada, los únicos que siguen a tu lado son tu familia, tu madre y tu padre.
Tu madre puede ser la persona que mas te ayude, ella va a entenderlo todo y tiene soluciones. Aun que parezca que no es la que mas sabe de todo esto.
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Mentalmente inestable
Non-FictionEsta historia es la mía propia, no todos tenemos una vida fácil, o no a todos nos lo hacen pasar bien.