Neferet
Neferet envió a sus nuevos súbditos, cada uno iniciado en su culto por la posesión de uno de sus hijos, y mandó a que despertaran a los huéspedes y residentes del hotel, y hacer que se reúnan en el gran salón de baile.
Neferet había decidido que haría del salón de baile principal su habitación de ofrendas. Estaba rodeado por columnas de mármol con un encantador techo alto, adornado con candelabros art Déco, y una escalera doblemente amplia con una barandilla curva de hierro forjado que llegaba a toda la mitad de la planta baja donde sus súbditos estarían esperando y el corredor del nivel superior, sólo sus fieles más cercanos, o aquellos que tienden a sus necesidades, serán permitidos. Los otros serán limitados a sus habitaciones o al sótano, el cual Kylee había sido tan amable de mostrarle. Y si fueran demasiada molestia, y no le importara perder un zarcillo al poseerlos, ellos se convirtieron en alimento para sus niños.
Neferet, por supuesto, sólo se alimentaría de los súbditos que capturen su interés.
Kylee había sido encargada de encontrar una silla la cual tendría que ser usada como trono hasta que ella encontrara un comisionado adecuado para tallarla.
"Necesitas encontrar a un maestro artesano para crear exactamente lo que quiero. La madera debe ser del color rojo oscuro de la sangre del toro" decía mientras escogía el lugar cuidadosamente. "Y ninguno de esos miserablemente, fríos y duros asientos que las brujas del Consejo Superior prefieren. Almohadas de terciopelo dorado sobre eso me sentaré".
Neferet les permitió a dos de las mujeres de la limpieza más atractivas que la envolvieran en una bata de lujo color púrpura real, y simplemente había decidido que no iba a usar ningún tipo de zapatos Estaría descalza como una diosa recién nacida debe estarlo. Regresó a su salón para rellenar su cáliz de vino molesta porque no había ningún humano esperando por ella. Ella ya estaba esperando, impacientemente, a los huéspedes y residentes que fueron reunidos por su obediente personal, para que así pudiera hacer su entrada al salón de baile.
"Incluso para una diosa, es tan difícil encontrar buena ayuda. Pero voy a dejar pasar este error. Sólo son veinte de ellos. Deben estar muy ocupados trayendo a los humanos a mi habitación de ofrenda. Aunque sólo debería dejarlo pasar esta vez". Ella estaba bebiendo el rico líquido rojo, disfrutando el sabor de la sangre que el guapo botones se había ofreció tan amablemente para cortarse y dar sabor a su vino, cuando la televisión captó su visión periférica. Hubo noticias de última hora a través de la parte inferior de la pantalla, ASESINATOS EN TULSA, y la presentadora de las noticias, Chera Kimiko, estaba hablando con una expresión sombría.
Encantada, Neferet presiono el botón de silencio, esperando revivir los deliciosos detalles de su festín. Pero en lugar de la Iglesia de Boston Avenue, en la pantalla apareció una imagen de Woodward Park, quemado en un terrible estado. Luego la cámara se movió y las cejas de Neferet se levantaron, mientras se centraron en la pared de roca junto a la gruta que había sido recientemente su santuario. Ella golpeó con impaciencia el volumen a tiempo para oír a Kimiko, sonando oh-tan-seria.
"Este es el sitio de los brutales asesinatos de los dos hombres, cuyos cuerpos fueron descubiertos por los bomberos ayer por la mañana. Como se informó anteriormente, la fuerte y violenta tormenta que creó vientos de más de cien kilómetros por hora, también llevaba consigo un rayo mortal. Los rayos que cayeron en el área de Tulsa han ocasionado cinco muertes hoy, con diez personas aún hospitalizadas en estado grave. Pero la muerte de estos dos hombres, al parecer, no están relacionados con la tormenta. Adam Paluka está en vivo con el detective Kevin Marx, y vamos con él para obtener más detalles. Adam? "
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Redimida (La Casa De La Noche 12)
VampireEn la electrizante novela final de la serie "La Casa de la Noche", Neferet finalmente se ha dado a conocer a los mortales. Una Diosa Oscura está suelta en Tulsa y el mundo. Ningún vampiro es lo suficientemente fuerte para vencerla... a menos que esa...