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Again

Lalisa Manobal.

Jungkook y Mingyu se acercan y me extienden sus manos de forma simultánea, cuando se percatan de ello se miran el uno al otro y parecen saltar chispas en sus miradas.

Me levanto ignorando la ayuda que intentan proporcionarme y me sacudo el trasero con la mano.

— ¿Estás bien? —pregunta Jungkook apartando la mirada del señor Kim.

Me duele el trasero ¿lo acaricias un poco a ver si se pasa?

— No ha sido nada —respondo, porque es totalmente cierto. Lo único que ha salido herido ha sido mi sentido de la vergüenza.

— ¿Segura? —pregunta el señor Kim.

Asiento mordiéndome el labio y Jungkook contiene una sonrisa al darse cuenta. El ambiente se vuelve más incomodo a medida que pasan los segundos.

— Bueno... uhm... ¿así que son hermanastros, eh?

Por favor, dime que no acabas decir eso. Me mudo de cabeza, chao.

El señor Kim da un respingo y mira de reojo a Jungkook.

— ¿Qué le has dicho? —sisea entre dientes.

La mandíbula de Jungkook se aprieta.

— No te alteres —murmura Jungkook por lo bajo.

— Jungkook —le advierte el señor Kim.

— Mingyu —le imita en tono burlón.

— Bueno... yo eh... tenía cosas que hacer, adiós —les digo intentando escabullir de allí lo antes posible.

Nota para el futuro: No quedarme a solas con ellos dos.

Con lo bonito que había sido el sueño.

Camino hasta la sala dos y me decepciono al no ver a Taehyung allí. Me acerco hasta

Yuqui y me responde con una sonrisa perversa que Tae está muy ocupado.

Maldito coqueto caliente, ¿no se cansa nunca o que?

Estoy tentada de sentarme en la barra y pedir una consumición pero la persona que está atendiendo es Tzuyu y no sé porqué me da la sensación de que antes de darme la copa escupirá en ella.

Paseo de un lado a otro sin saber muy bien que hacer, debería seguir torturando al señor Kim como en el plan inicial pero por hoy no creo que tenga más fuerzas para hacerlo.

Tal vez mi mejor opción sea volver a casa o... no sé.

Alguien golpea mi hombro llamando mi atención y me volteo para ver a una pareja de unos treinta y largos o cuarenta años bastante atractiva mirándome.

— Disculpa, te hemos visto en la sala tres y no hemos podido evitar sentirnos atraídos por ti, sabemos que tienes la pulsera verde pero tal vez podríamos hacerte cambiar de opinión —me dice la mujer con una gran sonrisa.

ROCKSTAR +21 [LISKOOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora