Jackson Creek
Nueve años después
¿Por qué tenía que seguir recordando aquello?
Haber vuelto a Jackson Creek después de tanto tiempo, y reencontrarse con TJ no había sido una buena idea, pues este encuentro había vuelto a remover sentimientos que ella había decidido enterrar hace mucho tiempo al fondo de su pecho. Incluso en sueños, ese hombre se colaba y hacía estragos en su corazón. No era justo. No era justo que ella siguiera necesitándolo de esta manera, que siguiera sintiendo este cosquilleo cuando le sonreía o cuando, por casualidad, la rozaba. Summer era demasiado joven para vivir atada a un hombre, y a un amor que nunca fue correspondido. Pero, ni siquiera tener claro esas dos cosas había impedido que siguiera queriéndolo, y que descubriera que el deseo no había menguado.
—¡Dime que no te estás escondiendo de nosotras, Summer Baker!
Summer reconoció la voz de Joanne Jones a su espalda, se giró hacia ella para encontrarla acompañada de Summer, y del bebé Rain. Una sonrisa se dibujó en su boca de manera automática, así que, retrocedió sobre sus pasos y se reunió con las mujeres en un abrazo.
—¿Cómo podéis decir algo así? Si estoy prendada de este hermoso bebé. —dijo ella poniéndose de cuclillas para saludar al adorable Rain, y pellizcarle las mejillas. —¿Qué os trae por aquí? ¿Estáis dando un paseo?
—Aquí, Jojo, viene a disculparse por lo ocurrido en el babyshower de Ava, aunque le he dicho que no hace falta.
—¡Claro que no hace falta, Jojo! —exclamó.
Al parecer, Joanne todavía estaba lidiando con el mal momento que Patrick les hizo pasar durante el babyshower, no sólo a ella sino también a sus invitados, así que a Summer la conmovió el hecho de que viniera a disculparse por algo de lo que no era responsable.
—Ese pelirrojo engreído no ha arruinado lo bien que lo pasé en el babyshower, Jojo. La cena estuvo deliciosa, y la gente que conocí fue estupenda. Si te soy sincera, me alegra que te deshicieras de ese tipo. —les confesó.
—Te lo he dicho, a nadie le caía bien Patrick.
—Lo estoy descubriendo poco a poco, créeme. —comentó Joanne un tanto apenada.
—Excepto a mi marido, claro.
—Supongo que uno no elige a quién querer. —dijo ella entre risas, saboreando su propia herida. Y el dolor que le supuso volver a tratar con TJ después de lo ocurrido. —Bueno, me alegro que estéis aquí. Así puedo despedirme de vosotras. Me marcho en un rato.
—¿Tan pronto?
—El rancho me reclama, chicas. Vine para ayudar a Tanyka y a sus hijos a empacar todo para trasladarse a Texas, y ya cumplí mi cometido. —respondió.
Summer les sugirió que tomaran asiento en la pequeña sala de estar del hotel para que no siguieran bloqueando la entrada. Una Joanne embarazada tomó asiento en el cómodo sofá junto a Sunshine, quién dejó el carro del bebé junto a la pared y cogió en brazos a Rain, mientras ella hacía lo mismo en el sillón de terciopelo azul. En el rancho no había muebles tan delicados como estos, ni tan bonitos, pero era el único hogar que Summer había conocido. Ni siquiera haber visitado la casa en la que pasó gran parte de su infancia había despertado algún sentimiento en ella, al contrario, sólo la había hecho sentir con mayor fuerza la necesidad de regresar a El Edén.
Aunque eso supusiera no volver a verlo.
Cuando levantó la vista, Summer encontró a ambas mujeres estudiándola en silencio, por lo que no pudo evitar preguntarse qué se les estaba pasando por la cabeza en este momento y por qué eso la hacía sentir un tanto ansiosa.
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PAUSADO #3 Mío, por contrato (Trilogía Jackson Creek)
RomanceLa única vez que Summer Baker se enamoró de alguien, resultó que Cupido había fallado el tiro. Nueve años después, el destino volvía a reunirla con su primer amor, y, por segunda vez, sus ojos se prendaron del chico cuyo rechazo le rompió el corazón...