mis primeros pantis

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un par de días después de nuestra conversación sobre cómo había disfrutado de usar su ropa interior me estaba duchando cuando escuche que ella entro al baño, luego de saludarme entro a la ducha usando un vestido de baño de una sola pieza, también traía otras dos prendas femeninas en sus manos, un sostén deportivo y unas pantis, sonriendo me dijo que íbamos a repetir nuestro juego en la ducha pues le había gustado mucho, yo me deje poner primero el sostén, cuando me lo coloco me sorprendió lo cómodo que se sentía, luego tomo las pantis y me las mostro, yo las vi bien y las reconocí como unas de las que ella había dejado en mi closet desde que me había mudado, ella me comenzó a poner las pantis, y mientras lo hacía a me dijo que iba a usar unas pantis de control alto, entonces me las subió y note que a diferencia de las anteriores estas subían mucho más sobre mi abdomen, me lo apretaban, además sentía como levantaban mi trasero, ya vestida ella me miro diciéndome que me veía hermosa, le encantaba como me veía usando ropa interior femenina, yo de mi parte ya estaba excitado, caliente por todas sus caricias, entonces comencé a acariciarla así vestida, ella me dijo que quería que dejara mis manos quietas por esta vez, pues la próxima vez traería algo para amarrarlas, luego me dijo que debíamos acomodar mi pene en las pantis entonces metió su mano y primero lo ubico hacia arriba, saco su mano y me toco mientras me preguntaba como lo sentía, yo le dije que me gustaba pero que sentía que me apretaba mucho, entonces volvió a meter su mano y tomando mi pene lo puso entre mis piernas haciendo que las cerrara como una linda señorita para mantener mi pene así apretado entre mis piernas, esa posición me gustó mucho más, me hizo sentir muy femenina, muy bonita, cuando se lo dije ella me respondió sonriendo que se había imaginado que me iba a gustar más así pues era lo normal en las señoritas Sissy, entonces comenzó a tocarme por encima de las pantis mientras tomaba el jabón líquido que teníamos en la ducha, ella se puso de lado contra mi cuerpo y después de ponerme mucho jabón entre las piernas me comenzó a masturbar como una mujer, me trataba como una, luego me puso jabón en los sostenes y en mi nalguita, cuando me ponía jabón me tocaba, me acariciaba, durante un rato me estuvo apretando los pechos mientras me decía que le gustaban mi téticas de niña, luego tomo mis nalgas encima del panti y las apretó diciendo que tenía un culito de hembra muy atractivo, yo excitada me dejaba hacer lo que ella deseaba, lo disfrutaba mucho, me encantaba como me tocaba entre las piernas, como me acariciaba como si fuera su linda novia, entonces sentí que metió su mano por atrás adentro de mis pantis, la sentí tocando mis nalgas mientras con la otra mano se dedicó a tocar solo mi pene, a masturbarlo como si yo fuera una mujercita, yo estaba muy caliente, muy excitado y le decía que siguiera, le pedía más, entonces sentí como sus dedos buscaban mi culito, como uno de ellos lo señalaba, lo tocaba, no dije nada pero comencé a gemir como una hembra caliente, con eso ella noto que me gustaba y comenzó a jugar con sus dedos en mi culito, sin meterlos me tocaba, me acariciaba, yo lo estaba disfrutando mucho, entonces sentí como comenzó a meter uno de sus dedos por mi culito, se sintió muy rico, me gustó mucho, me excito tanto que casi de inmediato me comencé a mojar toda en las pantis, me vine toda mientras ella sentía como lo hacía son su manito, ella metió su mano un poquito entre mis pantis para tomar parte de mi semen con sus dedos, luego los llevo a su boquita para lamerlos y después me beso apasionadamente, así las dos compartimos el sabor de mi semen.

después de terminar ella me dijo que le había encantado jugar conmigo y me ayudó a quitarme primero el sostén y luego los pantis, una vez que me las quito me las entregó diciéndome que ahora eran mías y debía lavarlas a mano como una buena niña, yo las tome y salí del baño, sobra decir que como una niña obediente las lave de inmediato a mano y las coloque a secar después junto con su ropa. al otro día noté que tanto el panti como los sostenes estaban doblados encima de la ropa femenina que había en mi closet, así que le pregunte y ella me dijo que debíamos hablar al respecto, yo la mire preocupado y ella tomándome de la mano me guio al comedor en donde nos sentamos, lo primero que me conto fueron sus fantasias de poder feminizarme, me dijo que era algo de deseaba, que la excitaba mucho imaginar que me dominaba y me trasformaba en una hembra que a ratos fuera su novia y a ratos su esclava sumisa, me dijo que no sentía atracción por las mujeres, pero si por los hombres trans, yo la escuchaba y pensaba que lo que me pedía no era imposible para mi pues antes de estar con ella había usado la ropa interior femenina de mi hermana en un par de ocasiones por curiosidad, así que le Conte de esas experiencias mientras le decía que también me había gustado mucho explorar ese gusto con ella, le dije que estaba dispuesto a que me enseñara a ser una linda mujercita para ella pero solo en la intimidad pues en mi vida normal me identificaba como mi sexo masculino, entonces ella comenzó a preguntarme si me habían gustado usar sostén, yo le dije que sí, que me había parecido muy cómodo, igual que las pantis, entonces me pregunto si había disfrutado de que me metiera su dedo por el culito, pues era algo que ella había deseado mucho y nunca había logrado hacer, sobre eso le dije que lo había disfrutado mucho, que me había excitado tanto que por eso me había mojado de inmediato, ella entonces me conto que sus fantasias eran penetrarme por el culito con sus dedos, también me conto que le gustaría tener un juguete con el cual me pudiera montar como una linda putica, me confeso que después de tocarme la última vez se había masturbado en la ducha, yo le dije que la próxima vez yo quería verla, a lo que me respondió que para eso tendría que estar vestida de mujer y amarrada, eso me asombro y seguimos conversamos otro rato excitadas por descubrir nuevas fantasias eróticas compartidas, luego al acostarnos esa noche comenzamos a acariciarnos y desnudarnos desde ese momento ella me comenzaba tratar más frecuentemente como su niña sumisa mientras teníamos sexo.

Ella me feminizaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora