Obligados a estar juntos por culpa de un "error".
Shoto es un Omega que sale de fiesta con sus amigos, y, un extraño acontecimiento lo lleva a despertar en un motel, desnudo, sucio y pegajoso, con dos enormes y fuertes Alfa a sus lados. . .
y que es...
Es un viernes por la tarde. Las ganas de ir a casa son notables en su rostro lleno de serenidad. Ansia tanto estar en su cama, envuelto en su edredón y despertar mañana hasta el medio día.
Algo que sabe que no va a pasar. No cuando Midoriya sigue yendo detrás de él, insistiendo en ir a una dichosa fiesta que, sinceramente, no le interesa.
—¡Por favor Todoroki-kun! Sólo serán un par de horas —Pide el Beta más bajo, cuyos ojos verdes como la esmeralda lo miran directamente, esperando su respuesta.
Llevan hablando toda la semana de eso, o más bien, Midoriya lleva toda la semana intentando convencerlo. No es fan de las fiestas, es más de los que eligen dormir en vez de salir. No lo culpen, es muy perezoso.
—Ustedes saben que soy un Omega, no puedo estar en cualquier lugar como si nada, mucho menos en una fiesta —dramatiza un poco, porque, bueno, es digno de él. Además, sólo así logra convencer a su mejor amigo y amigos de no insistir en ir a una fiesta a la que no quiere asistir.
—Por eso es que los chicos también irán con nosotros, ¡ellos nos cuidarán! —Midoriya camina a su lado con una sonrisa entusiasta y contagiosa. Casi envidiable.
—¿Quiénes irán? —inquiere. Mínimo para saber a quién le encomendara su vida.
—Ochako, Iida, Kirishima, Sero, Mina–
—Vale, ya entendí —corta, divertido. Escuchar el nombre de su compañero —y presidente del consejo estudiantil—, le hizo sentir mucho más tranquilo—. Aunque sigo sin estar muy seguro...
—¡Por favor! —Midoriya casi le implora. Su amigo es totalmente agradable y encantador, queriendo incluirlo en sus salidas con los demás para no dejarlo a un lado. Siempre insistía a pesar de que él se negaba.
—Ah... bien —se rinde, con una sonrisa media.
—¡Genial! —Midoriya celebra dando brincos a su lado, y hablando de lo divertido que era que haya aceptado, ya que siempre suele negarse.
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Delante del espejo, se admira así mismo. Se toma su tiempo para recorrerse con la mirada y lanzar un guiño al espejo. Es hermoso, en todos los aspectos. Quiere verse bien, pues, además de ser su primera salida a una fiesta, quería verse aceptable delante de toda esa gente que le decía vestirse como “abuelito”. Él también puede vestirse bien y con sensualidad —sin llegar a lo vulgar—.
No quiere hacer planes antes de tiempo, pero el querer conseguir una pareja también está presente en una pequeña parte de su cabeza. Es un Omega, y las necesidades están adheridas en su sistema, así que una pareja no estaría mal.
Con una sonrisa de comodidad y diversión, se desliza por su habitación hasta su cama. Toma sus objetos personales como celular, billetera, un bálsamo labial, y un bolso. Ese bolso que su hermana Fuyumi le regaló y al cual le tenía un gran aprecio. Muy espacioso, por cierto.
