𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏

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|1958, Knockemstiff - Ohio

¿Por qué?...
¿Por qué?...
¿Por qué?...

Era lo único que pasaba por la cabeza de la pequeña niña, pero, ¿quién la culpaba?. Su padre había muerto delante de sus ojos; lo asesinaron a sangre fría.

Todo había pasado tan rápido para ella, solo tenían planeado ir a comprar a la pequeña tienda que estaba a una cuadra de su casa, solo tenían planeado comprar un par de galletas. Solo un estúpido par.

Pero el destino o quizás Dios, tenía planes distintos para ellos. Unos minutos antes de que todo ocurriera, se encontraban saliendo de su casa y emprendiendo camino hacia aquella tienda, pues el padre de la niña estaba cumpliendo su pequeño capricho de comer galletas, y como en casa no tenían, le ofreció salir a comprar. Él tomó la pequeña mano de ella para unirla con la suya mientras iban de camino. Era un agradable día: los pájaros cantaban, estaba atardeciendo, las nubes estaban esponjosas, el viento movía las hojas de los árboles al igual que sus cabellos y ambos iban jugando y riendo... Lástima que pronto todo eso acabó.

Mientras caminaba la niña iba recoguendo flores para hacer una corona para su papá, continuaron caminado por unos minutos hasta llegar a la puerta de la tienda. Pero la pequeña no lo habia notado, pues estaba concentrada en las flores. El hombre al notarlo la miró con ternura y le acaricio la cabeza.

"Hija quedate aqui y haz tu corona, ¿si?. Yo iré por las galletas." Le dijo el mientras soltaba su mano.

"Esta bien." Dijo la inocente niña mientras tomaba asiento en el piso.

El hombre entro a la tienda sin antes darle un último vistazo a su hija, si tan solo ubiera sabido que iba a ser la última vez que la veria.

No pasaron más de dos minutos cuando dentro de la tienda se empezo a escuchar un altercado. La niña curiosa, dejo la corona a medio hacer en el suelo y se levanto, trato de mirar por la ventana para ver que estaba pasando pero era tan pequeña que no alcanza a ver nada, asi que decidio pasar por la puerta para ver. Mala decisión. Apenas abrio la puerta vio a su padre de espaldas hablando con un sujeto y junto a ellos una cajera muerta en la encimera. El sujeto tenía una cuchilla apuntando al padre de la niña, por el sonido que hizo la purta al abrirse el atacante se sobresalto y apuñalo al papá de la pequeña, directo al corazón. Sin más el acacante tomo las pertenencias que le pertenecian al hombre y salio corriendo, empujando a la niña en el proceso, sin una pizca de clemencia por ella.

Luego de que se fuera, la niña se puso de pie y camino hacia su padre lentamente, el cual estaba tirando boca arriba sobre un charco se sangre, con un paquete de galletas tirado junto a su mano.

"¿Papi?..." Pregunto pero no hubo respuesta.

"...¿Papi?..." Volvio a preguntar, rezando para que contestara. Al no hacerlo se acerco desesperada hacia el, se arrodillo ensuciando sus rodillas de sangre frente a su cuerpo, el cual aún estaba tibio. Lo sacudio, le grito, lo pillizco e incluso le pego, pero nada servia, nada lo despertaba.

Ella no supo en que momento pero llegaron las patrullas, ella seguia arrodillada junto al inerte cuerpo de su padre, parecia que la pobre estaba muerta en vida pues estaba palida, quieta y llena de sangre, lo único que hacia saber que estaba viva era el echo de que lloraba sin parar, pero no emitia ningun ruido, solo caian lagrimas de sus ojos sin parar y ella parecia no darse cuenta de ello.

El policia Lee Bodecker junto a tres más entraron a la tienda, el estaba harto de situaciones asi, pues apenas el año pasado tubo el caso de Arvin Russell.

Al mirar la escena solo se limito a poner una mueca de desagrado, les habian llamado diciendo que habia un triple homicido, pues pensaban que la niña igual estaba muerta. Todos empezaron a examinar los cuerpos, y Bodecker tuvo la tarea de sacar a la niña fuera de la tienda y ver como estaba mientras llegaba la ambulancia, ella por su parte tenia la mirada completamente perdida.

Ella pensaba en que haria ahora, pues su padre era lo único que le quedaba, su madre fallecio dandola a luz, lo único que sabia es que tenia un pariente lejano, lejos de donde ella estaba.

"Oye pequeña, ¿me escuchas?." El le pregunto, iniciando con las preguntas, ella solo asintio aún sin mirar un punto fijo.

"A ver, dime tu nombre, dime como te llamas." La niña se tomo su tiempo para encontrar las palabras pues parecia que se le habian olvidado. Antes de responder giro la cabeza y miro la corona de flores, la cual ya estaba perdiendo color.

"Me llamo Keily."

Coincidences -- Arvin Russell (The devil at all times)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora