y —Buenos días, ¿usted es Gala? —preguntó la recepcionista, mirando con curiosidad a la joven frente a ella.
—Sí, soy yo. Vengo para la entrevista de asistente personal —respondió Gala, tratando de disimular su nerviosismo. Era su primera entrevista en una gran empresa, y estaba ansiosa por demostrar que podía con el reto.
La recepcionista la guió por un largo pasillo hasta una sala elegante y moderna. Gala apenas tuvo tiempo de sentarse cuando la puerta se abrió, y entró Karime, la CEO de la empresa. Su porte era imponente, y su mirada era tan seria como la que se veía en sus fotos de revistas. Gala sintió un escalofrío de nervios recorrerle la espalda.
—Buenos días, señorita... —dijo Karime, revisando rápidamente el currículum de Gala—. Así que, sin experiencia previa como asistente.
—Así es —respondió Gala, tratando de sonar segura—. Pero aprendo rápido, y estoy dispuesta a trabajar duro.
Karime la observó en silencio durante unos segundos que se sintieron eternos.
—Aquí valoramos la eficiencia, la discreción y el compromiso total. No tolero los errores. Si acepto que empieces, tendrás que adaptarte a mi ritmo —dijo Karime, sin suavizar su tono—. ¿Estás segura de poder cumplir con eso?
—Sí, absolutamente —afirmó Gala, mirándola directamente a los ojos.
Karime esbozó una sonrisa casi imperceptible antes de continuar con la entrevista. A pesar de las preguntas difíciles y de la presión de la situación, Gala se mantuvo firme. Al final, Karime cerró la carpeta y asintió.
—Empiezas mañana.
Gala llegó temprano al edificio de la empresa, sosteniendo una libreta y un bolígrafo, lista para tomar cualquier instrucción que Karime le diera. Apenas había dormido la noche anterior, repasando en su cabeza todos los posibles errores que quería evitar.
Cuando llegó a la oficina de Karime, una secretaria la detuvo.
—La señora Pinterd aún no ha llegado, pero aquí tienes una lista de tareas preliminares. Karime es muy exigente, así que intenta no fallar en nada de esto —le explicó con una mirada seria.
Gala tomó la hoja y asintió. Comenzó su primera tarea: organizar el itinerario de Karime, una tarea que parecía sencilla en teoría, pero rápidamente se complicó con los detalles. Tenía que coordinar reuniones con ejecutivos, revisar los eventos del mes y cuadrar los tiempos de traslado. Para una principiante, era como un rompecabezas.
Una hora después, Karime llegó. Gala apenas tuvo tiempo de pararse para saludarla cuando Karime se acercó, revisando el itinerario con una mirada afilada.
—Aquí hay un error —dijo en voz baja, pero con un tono que hizo que Gala se quedara helada—. La reunión con el equipo de marketing es a las once, no a las diez.
—Lo... lo siento mucho, no volverá a suceder —dijo Gala rápidamente, tratando de corregir el itinerario.
Karime la observó por un segundo, sus ojos parecían escrutar cada aspecto de ella.
—No te pido perfección desde el primer día, Gala, pero necesito que pongas atención a los detalles. Aquí no hay espacio para errores.
Gala tragó saliva y asintió. A pesar de la dureza de las palabras, había algo en la forma en que Karime la miraba que no parecía solo crítico, sino también... intrigado.
El resto del día pasó entre tareas de organización, respuestas rápidas a correos y más correcciones de Karime. Al final de la jornada, Gala estaba agotada, pero a pesar de los momentos tensos, sentía que había aprendido más en un solo día de lo que esperaba.
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La asistente inesperada
FanfictionGala, una joven entusiasta y sin experiencia, consigue su primer empleo como asistente personal de Karime, una empresaria exitosa conocida por su carácter perfeccionista y exigente. Aunque al principio sus errores y su torpeza desesperan a Karime, p...