El frío aire golpeaba el rostro de cada explorador presente, llevaban horas sin conseguir resultado alguno. El cielo gris se extendía como un manto pesado sobre ellos, sumando a la frustración palpable en el ambiente.
— ¿Será éste el lugar correcto? Llevamos horas aquí —cuestionó uno de los excavadores, mirando a su compañero con una mezcla de cansancio y desconfianza.
— ¿Yo qué sabré? —respondió este, frotándose los brazos en un intento de calentarse— Estoy tan cansado que podría quedarme dormido aquí. Ni siquiera sé qué es lo que estamos buscando, el jefe mandó a ese mocoso, pero parece que no sabe ni dónde está parado. —rió.
Lejos de aquel par de trabajadores, se encontraba Li Jie, un científico especializado en biología marina. Desde pequeño había sentido una profunda curiosidad por el océano, alimentada por las historias de su abuelo pescador, quien siempre le hablaba de los misterios que habitaban bajo las olas.
— Creo que deberíamos cambiar de dirección —mencionó Li Jie, su voz firme pero llena de una ansiedad apenas disimulada.
— ¿¡Qué?! —exclamaron los excavadores, girándose hacia él con incredulidad— Llevamos horas aquí, estamos cansados y seguimos sin encontrar nada. ¿Por qué mejor no traes tu culo aquí y excavas tú? ¡Si tan seguro estás de cada lugar al que nos llevas! —gritó uno de ellos, su frustración estallando como un volcán.
Li Jie sintió un nudo en el estómago, pero mantuvo la mirada fija en el horizonte. Sabía que su intuición era más que un simple capricho, pero la resistencia de sus compañeros lo hacía dudar. Con un suspiro, se preparó para defender su idea, decidido a no dejar que la desconfianza lo detuviera.
Rendido por la falta de ánimo de sus compañeros, Li Jie decidió continuar con la expedición a la mañana siguiente. Él sabia que eso que buscaba se encontraba ahí y no se daría por vencido.
Si algo caracterizaba a Li Jie era su terquedad y su continua e interminable curiosidad.
Cuando los primeros rayos de sol comenzaron a asomarse por la malla de su tienda de acampar, Li Jie decidió que era momento de continuar con la exploración, pero está vez decidió adentrarse más en el lugar.
Después de unos minutos de caminata, a unos treinta metros de su ubicación actual, Li Jie llegó a vislumbrar un trozo de lo que parecía ser un glacial sobresaliendo del agua congelada debajo de ellos. La forma irregular y los destellos de azul claro que emanaba le hicieron el corazón latir más rápido. ¿Podría ser un indicio de algo más grande, algo que había estado esperando descubrir?
Rápidamente dirigió al grupo hacía el glacial.
— Vaya —pronunció uno de los excavadores—, al fin algo que vale la pena destrozar.
Tan pronto como se pudieron acomodar, empezaron a poner manos a la obra y, tal como había dicho ese excavador, a destruir.
Sin embargo, parece que la suerte no estaba del lado de Li Jie, pues al igual que en sus anteriores excavaciones, esta también parecía ser un próximo fracaso.
— No lo entiendo —murmuró para sí mismo—, debería estar aquí.
Y tan pronto como pronunció aquellas palabras, el suelo comenzó a temblar. Los rastros del glacial que no había llegado a excavar, por su grosor, comenzaron a caer, haciendo que el suelo congelado se agrietara bajo sus pies.
Parado a unos metros de distancia, Li Jie, exasperado, gritó:
— ¡Salgan todos de ahí, ahora!
Pero la velocidad de sus palabras no fueron lo suficientemente rápidas para llegar a los oídos de los demás. El glaciar se precipitó, aplastando a quienes estaban más cerca. Las grietas se expandían con creciente rapidez, dejándolos sin la oportunidad de escapar, absorbiendo a cada uno de los integrantes hasta llegar a Li Jie.
NOTA: Hola! Espero que les esté gustando la historia. Aún hay varios detalles que me gustaría desarrollar para los próximos capítulos, así que me disculpo de ante mano si demoro en actualizar, aún soy nueva en esto jé.
Tengan un lindo día!<3
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UNDERWATER [BL]
FantasyEn las profundidades de la Atlántida, el Ojo de Tritón mantiene el equilibrio de la vida marina. Pero cuando Zod, el Lord de la Oscuridad, regresa con sus subordinados, la paz del reino se ve amenazada. Esko, el hijo del rey de Atlantis, debe desat...