Era una tarde fría de diciembre, y el centro comercial estaba decorado de arriba abajo con luces parpadeantes, guirnaldas verdes y doradas, y figuras navideñas que parecían cobrar vida con el brillo de la época. Los padres, ocultos tras abrigos gruesos y bolsas de compras, intercambiaban miradas y sonrisas cómplices mientras disimuladamente elegían regalos, esperando que sus hijos no notaran sus maniobras. Los niños, sin embargo, estaban demasiado ocupados corriendo de un lado a otro, emocionados y señalando con entusiasmo los nuevos juguetes que planeaban añadir a sus listas.
El olor a chocolate caliente se colaba en cada rincón del enorme edificio, mezclándose con el dulce aroma de las galletas de jengibre y el caramelo tostado que preparaban en las cafeterías. Como por arte de magia, ese delicioso perfume parecía atraer a las familias hacia los puestos de comida, donde se veían largas filas de personas listas para deleitarse con una taza de chocolate espeso y humeante. Era el refugio perfecto para el frío, que parecía más intenso al caer la tarde.
En el centro de todo el bullicio, un pequeño escenario con una silla imponente esperaba al protagonista de la Navidad: Papá Noel. Los niños miraban con ojos brillantes al hombre de barba blanca y traje rojo, ansiosos por sentarse en sus rodillas y contarle sus deseos más preciados. El hombre, o más bien, el joven disfrazado de Papá Noel, no parecía mucho mayor de veintitantos, pero su expresión era cálida y acogedora, como si realmente creyera en la magia de cada palabra que los niños compartían con él.
A Juanjo le encantaba su trabajo. Cada vez que un niño se sentaba en su regazo, se iluminaba ante la inocencia con que contaban sus deseos, algunos tan descabellados que no podía evitar reírse en silencio. Ver sus ojos brillar y la sonrisa que aparecía cuando tiraban su carta al pequeño buzón decorado como un bastón de caramelo era su momento favorito. Para Juanjo, amante de la Navidad, no se trataba de ganar dinero; su verdadera recompensa era dar ilusión a los cientos de niños que venían los fines de semana a verlo. Ya llevaba dos años trabajando como Papá Noel, y si pudiera, seguiría haciéndolo muchos años más.
Aquella tarde, sin embargo, el tiempo se le había ido volando. Solo le quedaban quince minutos para terminar su turno, pero, como siempre, una larga fila de niños y familias aguardaba su turno. Sabía que, en teoría, debería terminar a tiempo, pero le resultaba imposible marcharse mientras quedaran niños esperando. Aunque cada año sus supervisores le advertían que debía ser puntual con sus horarios, él prefería quedarse hasta el final, incluso si luego le llamaban la atención por ello.
A medida que la fila avanzaba, Juanjo seguía escuchando atentamente cada petición: desde los clásicos juguetes hasta los más modernos e inusuales deseos que solo la imaginación de un niño podía inventar. Sin importar cuántas veces hubiera escuchado las mismas peticiones, él siempre reaccionaba como si fuera la primera, con una sonrisa amplia y cálida que hacía sentir a cada niño como el más especial del mundo.
Cuando finalmente quedaban solo unos pocos niños, Juanjo suspiró aliviado, pero también un poco nostálgico. Sabía que en pocos días su tiempo como Papá Noel llegaría a su fin hasta la próxima temporada, y aunque estaba agotado, la idea de despedirse de esta experiencia tan mágica le dejaba un pequeño vacío. En esos momentos se decía a sí mismo que, mientras pudiera, él sería ese Papá Noel que daba vida a los sueños de los más pequeños, recordándoles el encanto de la Navidad.
No muy lejos de donde se encontraba Juanjo, Martin corría arrastrando de la mano a su hermano pequeño, Leo, intentando llegar a tiempo para que pudiera entregar su carta a Papá Noel. Era el último día que tenían para hacerlo, ya que a la mañana siguiente tomarían un tren hacia Bilbao para pasar la Navidad en familia.
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little wish- Juantin
FanfictionDonde Juanjo trabaja como Papa Noel en un centro comercial por Navidad. O Donde Martin acompaña a su hermano pequeño a dar su carta a Papa Noel y le acaba pidiendo una cita al chico disfrazado como regalo de Navidad.