pond había intentado no tomar aquella situación como algo destacado de su vida, pues no estaba orgulloso de eso.
intentó mantener sin importancia todo lo que tuviera que ver con su ex novio y tiró a la basura cualquier pequeño detalle recibido de este, pero las cosas no fueron tan tranquilas cómo él las esperaba.
winny no había dejado de enviar mensajes a pond rogando por que le diera tiempo para explicar lo sucedido, pero ¿qué podía explicar?, ¿iba a explicar que lo quería simplemente para una diversión extra?
una semana del mayor enviando montones de mensajes había transcurrido. pond no había optado por bloquear su número porque creyó que se rendiría en algún momento, pero se preocupó un poco con los últimos recibidos aquel día.
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bien, había aceptado por el simple hecho de no querer a ese hombre parado frente a su casa, porque lo creía capaz de quedarse ahí fuera hasta que el castaño tuviera alguna salida y pudiera encontrarse con él. mientras tanto, en ese momento pond se encontraba en una cafetería poco conocida, y por aquello mismo le gustaba, pues no acostumbraba estar en lugares repletos de gente.
esperó cerca de cinco minutos mientras seguía comiendo su dona ordenada junto a su frappe de vainilla cuando su soledad se vió invadida por el chico que últimamente colmaba su paciencia.
winny buscó al castaño rápidamente con la mirada cuando apenas estuvo dentro del local, al divisarlo casi que corrió hacia su mesa y se sentó frente al menor.
─ habla sin exageraciones, no quiero que molestes a los demás clientes ─ dijo naravit apenas lo tuvo enfrente.
winny asintió rápidamente y comenzó a hablar inclinando su cuerpo hacía pond, casi apoyándose en la mesa para estar más cerca de él.
─ pond, de verdad que yo no quería que eso pasara, porque realmente yo no amo a satang, estaba por terminar con él, desde que te conocí fuiste el único en mis pensamientos y en mi corazón, y sé que fuí estúpido pero estoy completamente arrepentido, pero quisiera que me dieras una oportunidad para demostrarte que nunca planeé hacerte daño ─ parecía mantener una expresión de suplica, lo que hizo al castaño cuestionarse si aquello era verdadero.
