♡
Te vi ahí y pensé
¡Oh Dios mío! mira ese rostro
Pareces ser mi próximo error♡
(Advertencia: Contenido + 18)
— Muero de hambre. — se queja Sully — ¿Ya podemos ir a comer?
Aparto la vista de los zapatos que estaba observando; son bonitos, azules con un toque dorado. Pero no sé qué hago pensando en zapatos cuando ni siquiera tengo un vestido aún.
Aún así, miro la etiqueta.
Lanzo un suspiro.Y cuando obviamente no tengo el dinero para comprarlos.
Aska está unos metros a mi derecha, ojea un par de tacones de aspecto peligroso: negros y de punta afilada. Dudo mucho que los vaya a usar más de una vez, y a juzgar por el aspecto, el precio debe ser el triple de mi sueldo. Pero por supuesto, Aska no tiene que preocuparse por esas cosas.
Aska Arakawa, tal y como lo indica su apellido, es hija del dueño de una de las compañías más importantes de Japón. Aunque Aska siempre ha vivido en California, está orgullosa por su ascendencia japonesa. Es bastante alta, con los ojos rasgados de un color gris intenso y el cabello azabache recortado al estilo pixie, lo cuál solo logra acentuar incluso más sus rasgos delicados. Si no fuera porque ya tiene la vida resuelta gracias a su compañía, Aska podría ser modelo fácilmente.
— ¡Chicas! — vuelve a ser Sully— ¿Hola? ¿Me oyen? ¿Comida?
Sully no es tan alta como Aska, pero es toda curvas. Tiene el cabello de un castaño oscuro y el rostro enmarcado por unas espesas cejas que son su mayor distintivo. Sus dos más grandes pasiones son comer como si no hubiera un mañana y hacer ejercicio para perder las calorías ingeridas. Pese a ello, jamás ha estado acomplejada con su peso; su familia es dueña de varias cadenas de comida rápida en USA, por lo que Sully Blues solo sigue la tradición familiar.
Aska suelta un suspiro, aparta la vista de los tacones que estaba viendo, mira a Sully con exasperación.
— Que tú ya tengas un vestido no significa que nosotras también. — replica con molestia.
— No, pero dijeron que serían unas compras rápidas. — Sully se cruza de brazos — Llevamos más de 2 horas dando vueltas y vueltas.
— Es porque ningún vestido es lo suficientemente bonito. — responde Aska con exasperación — Lo sabrías si prestaras atención.
Sully rueda los ojos, yo doy una sonrisa nerviosa. No me gusta que discutamos; o bueno, que Aska y Sully discutan. La mayoría de veces termina con Aska enojada sin hablarnos, yo intentando arreglar la situación y Sully rindiéndose luego de un par de horas de rabieta.
— ¡Oh, Olivia! — Aska agita una mano, llamando mi atención — Mira ese de allí ¿Me lo pasas?
Señala hacia un maniquí, un vestido verde oscuro con toques brillantes se hace a la vista. Es precioso.
— Sí, claro.
Voy a por el vestido, no sin antes fijarme en que Sully parece estar incluso más aburrida. Se deja caer en el sofá de cuero que está en medio de la tienda emitiendo un suspiro.
— Sully — la llamo mientras le llevo el vestido a Aska — te prometo que apenas terminemos iremos a comer. ¿Qué te parecen makis? Yo invito.
— ¿En serio? — su ánimo mejora al instante — ¡Hay un nuevo restaurante que abrió hace unos días!
ESTÁS LEYENDO
Besos Robados
Romance¿Quién diría que la prestigiosa universidad de Kingsford podría ser tan encantadora como caótica? Olivia Bryce nunca imaginó que rodearse de la élite significaría enfrentar amigas falsas, bullies insaciables y un exnovio que no sabe cuándo dejarla e...