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—H-hola...

Harry recorrió su salón con la mirada. Se consideraba un niño sociable, aunque empezaba a pensar que solo se veía a sí mismo de esa manera debido a la gran diferencia entre él y su hermana, quien definitivamente odiaba socializar. No era por razones comunes como las que a veces pensaba Harry cuando se encontraba con alguien por primera vez. Él estaba seguro de que ella no se preocupaba por si iba bien vestida, aunque su hermana siempre estaba pulcramente vestida, ni si su voz le resultaba irritante. Aunque, para ser sinceros, Harry tenía que admitir que la voz de su hermana a veces sí le irritaba.

—Me llamo Harry Edward Styles, vivo con mi familia en una casa sobre una avenida muy... c-convencional, pero bonita, según mi hermana.

Harry pasó saliva y volvió a levantar la mirada de su ensayo. Era el primero que hacía; había pasado a tercer año y recién cumplía ocho años. A veces se sentía un poco tonto porque había ingresado un año adelantado, pero no fue porque fuera brillante. Ese puesto ya lo había ocupado su hermana. De alguna manera, él tuvo que entrar junto a su hermana. En realidad, no tenía mucho sentido, porque ambos nacieron en febrero, a principios de año, por lo que no había una gran diferencia de edad. Simplemente pasaba la mitad de su año escolar siendo un año menor; luego venía su cumpleaños y alcanzaba la edad de sus compañeros por un tiempo, hasta que algunos (aquellos que nacían a principios de año, como él) pasaban a un número mayor, y luego aquellos que cumplían al final del año se quedaban en el mismo número un rato más.

—Vivo con mi familia, y mi abuela es mi vecina de enfrente. Somos una familia muy feliz, los quiero mucho a todos y me gusta pasar tiempo con ellos. Todos acompañamos a mamá los domingos a la iglesia. A mi hermana gemela no le gusta ir, y a mi hermano mayor Georgie tampoco, pero como ya es grande, mamá lo deja faltar a veces.

Harry decidió no levantar más la vista; prefería solo leer su hoja para evitar trabarse y que todos hablasen sobre eso después.

—Mi mamá trabaja con el pastor James, ella se encarga de los eventos de la iglesia, y eso le gusta mucho. Mi papá es entrenador del equipo de fútbol de la escuela, aunque solo entrena a los chicos de secundaria. Y mi hermano mayor está en el equipo. Papá siempre dice que Georgie no es bueno en fútbol, pero este verano estuvo trabajando de ayudante de mecánico con nuestro vecino y en eso le fue muy bien. Casi nunca pasó tiempo con papá, como lo hace Georgie.

Harry soltó un suspiro y volvió a tomar una bocanada de aire para continuar leyendo.

—Mi abuela es la persona más divertida que he conocido. Ella siempre viene a cenar con nosotros. Le gusta jugar a los bolos y apostar en las carreras de caballos. A mamá no le gusta que haga eso, pero yo creo que mi abuela sabe lo que hace. Mi mamá y mi abuela siempre hablan mucho, pero su tema favorito es mi hermana Gemma. Ella es muy, muy inteligente. Es tan inteligente que, además de haber adelantado un año conmigo, ahora está en la secundaria. Normalmente, la gente no me cree cuando digo que mi hermana es realmente inteligente. Incluso lleva una clase en la universidad de física avanzada. Yo no sé qué es la física; ella me dijo un montón de cosas difíciles de entender, pero para que ustedes me crean, le pedí que escribiera algo para sorprenderlos.

"La gravedad tiene la fuerza exacta que debería tener, y si la razón entre la fuerza electromagnética y la fuerza nuclear no fuera del 1%, no existiría la vida."

Harry miró al frente, a sus compañeros, que mostraban caras confundidas. Después, un par de chicos levantaron la mano, pero, como era costumbre, no esperaron a que la maestra les diera permiso para hablar.

—¿Está diciendo la verdad, maestra?

Una niña preguntó con ingenuidad a la maestra, quien estuvo a punto de hablar, pero fue interrumpida por otro niño.

Young GemmaWhere stories live. Discover now