...And ah, take me out,
and take me 𝗵𝗼𝗺𝗲...
Donde Mia tiene una nueva oportunidad para ser feliz. Donde Shawn está enamorado de su mejor amiga desde los 16 años.
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And I can still see it all (In my mind) All of you, all of me (Intertwined) I once believed love would be (Black and white) But it's golden (Golden) And I can still see it all (In my head) Back and forth from New York (Sneaking in your bed) I once believed love would be (Burning red) But it's golden Like daylight, like daylight Like daylight, daylight ────────────
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Mis dedos peinaban sus rizos suavemente, y mi atención estaba puesta en él. Su cabeza estaba reposando sobre mi pecho y él había logrado dormirse luego de que la medicina le hiciera efecto.
La infección en su garganta le había provocado fiebre, 38 grados, no demasiado alta pero lo suficiente para que se sintiera fatal. El médico ya le había advertido sobre esto, así que solo quedaba esperar que la infección pasara y se recuperara por completo.
De vez en cuando colocaba mi mano sobre su frente para comprobar que no tuviera fiebre nuevamente pero, hasta ahora, todo estaba bien.
-Bueno, creo que yo ya me voy -sentí la voz de mi suegro y lo miré, se estaba levantando del pequeño sillón en el que estaba sentado.
-Si, ve a descansar -sonreí sutilmente, intentando transmitirle tranquilidad- Yo lo cuido.
-Intenta descansar un poco, Mia -me pidió- Llegaste de viaje y no pegaste un ojo.
Y era cierto, había viajado varias horas de las cuales solo pude dormir 2, luego llegué a Brasil y Shawn estaba con fiebre, así que estuve cuidándolo toda la noche hasta asegurarme de que se le bajara. Su papá también había ayudado mucho, cuidó de él antes de que yo llegara, pero ahora se lo notaba realmente cansado.
-No te preocupes, intentaré dormir un rato -le aseguré.
Manuel salió de la habitación, cerrando la puerta a su paso y yo me quedé allí, continuando con mis caricias. Debo admitir que me daba miedo dormirme, porque el trauma del pasado comenzó a picarme el cerebro y el hecho de que Shawn estuviera enfermo me ponía lo suficientemente ansiosa como para no poder pegar el ojo.
