- 3. cita.

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Pharita se sentó en la parada de autobús esperando impacientemente a que dain fuera a recogerla, ¿Y si se había arrepentido?, ¿Y si se olvidó que hoy tenían una cita?, bueno en sí no era una cita pero-

—Hola, ¿hace cuánto estás aquí?—pharita se asusta y mira a su izquierda, Lee Dain estaba ahí parada con ambas manos en los bolsillos de sus jeans, dios, se veía hermosa.

—Apenas me he sentado, ambas llegamos al mismo tiempo.—rápidamente se pone de pie y duda en si saludarla con un beso de cachete o simplemente con la mano, hizo movimientos raros con su cuerpo y rora ríe entendiendo lo que le pasaba, así que sin pensarlo se acerca esperando a que ella diera el siguiente paso. la contraría la miró.

Pero no se esperaba a que pharita literalmente besará su mejilla, ambas dieron un pasó atrás y ninguna sabía que hacer, al menos hasta un rato después.

—Bien, ¿a dónde iremos?—pregunta, comenzando a caminar cuando vió a rora hacer lo mismo.

—¿Te gusta el hockey?

La tailandesa tardó unos segundos en caer en la pregunta, no sabía que responder porque a decir verdad, nunca en su vida pensó en aquel deporte.

—¿Te digo la verdad?, jamás ví algo relacionado al hockey.—responde tímidamente, no quería que dain pensara algo malo de ella.

—Tampoco yo, así que pensé que sería una buena oportunidad para verlo juntas.—dain le dedica una sonrisa, tranquilizandola con ese simple gesto.

...

—No entiendo nada.—dain ríe a carcajadas fuertemente a su lado por lo que pharita había dicho, era verdad, ninguna de las dos entendían las reglas del juego.

Habían llegado rápido debido a que el lugar se encontraba a unas cuadras de dónde se habían encontrado. cuando entraron el equipo ya estaba jugando y los asientos no fueron un problema ya que estos estaban prácticamente vacíos debido al horario, ya era casi de noche.

—Debí pensarlo mejor antes de traerte aquí, lo siento, pensaré algo mejor para la próxima.—dain desbordaba desilusión en su rostro y pharita entendió que debía actuar rápido.

—¡N-no!, esto es perfecto, quiero decir... no salgo mucho de casa quitando de lado mis clases de baile, así que esto está bien, no tienes que preocuparte, dain, la estoy pasando bien a tu lado.—sonríe radiante para la coreana, mostrando sus lindos colmillos en el acto, rora suspiró del alivio.

—Gracias por decírmelo, de no hacerlo iba a creer que lo arruiné.—agita su cabello despeinandose en el proceso.

—Para nada, contigo todo es interesante.—ambas se sonrojan por lo que la tailandesa había dicho, corazones acelerados y mejillas ruborizadas, un lindo encuentro entre almas y sentimientos que no pasaban desapercibidos esa noche.

Dain se acerca un poco más al cuerpo ajeno hasta chocar hombro con hombro, mojó un poco sus labios antes de hablar.

—¿Por qué querías salir conmigo?, digo, justamente conmigo.—aunque le dió demasiada vergüenza preguntar aquello, no pudo evitarlo, las dudas fueron más fuertes y no pudo contenerse al querer saber el por qué.

—Porque... no pienses que soy una acosadora ni nada, solo que siempre te encontré como una persona interesante, Lee Dain, y siempre quise saber más sobre tí.—no era tan torpe, sabía que había algo más detrás de su respuesta, y estaba dispuesta a saberlo.

—¿Solamente eso?...

Pharita, estás condenada de por vida.

La tailandesa mira hacia el frente evitando mirarla a los ojos, sabía perfectamente el poder que tenía la contraria sobre ella con tan solo una mirada.

𝒄𝒐𝒔𝒎𝒊𝒄 𝒍𝒐𝒗𝒆 - ʳᵒʳⁱᵗᵃDonde viven las historias. Descúbrelo ahora