Kaito Nakamura es un joven común y corriente, atrapado en la monotonía de su vida diaria. Al buscar algo de emoción, descubre un juego llamado Doki Doki Literature Club. Lo que comienza como una simple curiosidad por una inocente novela visual de li...
Mi nombre es Kaito Nakamura, y, como muchos otros, pasaba mis días de manera bastante rutinaria. Despertaba cada mañana, me levantaba con el sonido del despertador, me vestía de manera automática, tomaba el desayuno a medio comer y salía de casa con los ojos medio cerrados, luchando contra el agotamiento acumulado de las semanas.
Nada inusual, nada emocionante. Apenas si me molestaba en prestar atención a los pequeños detalles de la vida diaria. La vida, después de todo, parecía una serie interminable de movimientos repetidos. Quizás por eso, los videojuegos fueron siempre una forma de escapar de esa monotonía.
En las tardes, después de la escuela, me sentaba frente a mi computadora con la esperanza de encontrar algo nuevo, algo diferente que me pudiera atrapar. Estaba cansado de los juegos de siempre, de los que ya conocía los finales de memoria, de los que ya no me desafiaban. Buscaba algo nuevo, algo que me pudiera hacer sentir, aunque sea por un rato, que las cosas podían cambiar.
Fue entonces cuando encontré el anuncio.
"Doki Doki Literature Club!"
Al principio pensé que era solo otro juego visual de esos que estaban tan de moda últimamente. Un club de literatura, chicas simpáticas, poesía. Parecía inocente, tal vez incluso un poco cursi, pero la curiosidad pudo más que mi escepticismo. Decidí descargarlo.
La instalación fue rápida, apenas un par de minutos. Mientras esperaba, me preguntaba si realmente valdría la pena, si sería otro juego que abandonaría después de unas horas de jugar. En ese entonces no tenía idea de lo que me esperaba.
El juego comenzó como cualquier otra visual novel. Apareció el logo en la pantalla, con una melodía alegre de fondo. Al principio, todo parecía tan... normal. La interfaz era limpia, simple. El menú era lo esperado: "Nuevo juego", "Cargar", "Opciones".
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Hice clic en "Nuevo juego", y el sonido de bienvenida se desvaneció para dar paso a una pantalla que mostraba un fondo de una habitación cálida, decorada con libros y una ventana que daba a un paisaje soleado. En la esquina de la pantalla, apareció una chica con una sonrisa radiante.
"¡Hola! Bienvenido al Doki Doki Literature Club!"
Su voz era dulce, casi cantarina. Me sentí algo incómodo, como si fuera a estar atrapado en una charla interminable sobre poemas y literatura, pero la verdad es que no tenía nada mejor que hacer. Necesitaba distraerme.
"Soy Sayori, la vicepresidenta del club," continuó la chica. "Y estoy muy feliz de que hayas decidido unirte. Todos en el club son muy amigables, y estoy segura de que te divertirás mucho con nosotros."
El texto apareció en la pantalla, pero sentí una extraña sensación de que no solo estaba leyendo palabras. Algo en la forma en que se presentó Sayori, su alegría desbordante, la forma en que sus ojos brillaban, me hizo sentir que había algo más detrás de esas líneas.
