En Mantle
Caminado por las calles de Mantle, se encontraba Naruto, había salido a caminar para quitarse el mal humor, el intento de reclutamiento del viejo James Ironwood no hizo nada más que molestarlo, le pareció inútil.
— No quiero alejarme de Weiss — Pensó soltando un bufido — Que entrene a Winter no significa que puede hacerlo conmigo, no necesito eso, prefiero pasar tiempo con mis queridas hermanas que jugar a ser un soldado — Pensó dando un suspiro de irritación.
Decidiendo ir a un callejón, esperó a la persona que lo estaba siguiendo, la había sentido desde que llegó, al menos podría quitarse algo de la molestia que tenía con esta persona.
Segundos después de entrar al callejón, una niña de 8 años con cabello negro y unos curiosos ojos dorados entró, y estirando su brazo trató de meter su mano en su bolsillo, pero abrió sus ojos sorprendida al ver que no podía tocarlo.
— ¿En serio? — Dijo Naruto sin voltear a verla.
— ¿Q-qué? — Exclamó la niña en sorpresa mientras todavía tenía el brazo extendido.
— ¿En serio trataste de robarme a mí? ¿Acaso no sabes quién soy? — Preguntó girando su cabeza, dejando ver un ojo azul cielo que parecía brillar en la oscuridad del callejón.
— ¿Q-quién eres? — Preguntó asustada, mirando al Schnee, que ya se había girado por completo, su mirada le heló la sangre y la dejó temblando en su lugar.
— Eso te pregunto yo, de todas las personas que hay en la ciudad, ¿Pensabas que podrías robarle a un Schnee? — Dijo con una sonrisa burlona mientras la miraba temblar aún más.
— Soy Cinder, mi jefa me ordenó robarte — Dijo resignada, haciendo que el Schnee la mirara con curiosidad.
— Jefa eh, interesante, llévame con ella — Le dijo de manera seria a Cinder, que asintió temerosa al ver la mirada que tenía.
Con Willow
— ¿Cómo que no saben dónde está Naruto? — Preguntó furiosa mirando a su hija Winter y al general James Ironwood, que estaban arrodillados y temblando de miedo mientras la miraban.
— É-él m-me engañó — Dijo nervioso el general, haciendo que Willow lo mirara más molesta.
— M-me besó en la mejilla — Murmuró Winter sonrojada al recordar el beso que le dio su hermano, haciendo que su madre suspirara y se palmeara el rostro.
Dando otro suspiro, la mujer miró a la pequeña Weiss, que estaba dormida en su cangurera, no tenía caso regañar a estos dos, su hijo era muy astuto.
— James, manda a tus soldados a buscarlo — Le ordenó al general, que asintió nervioso.
— ¿A quién van a buscar? — Preguntó Naruto, que estaba detrás de su madre.
Sorprendidos, todos voltearon a ver a Naruto, preocupándose al ver que su ropa estaba manchada de sangre.
— Naru, ¿Qué te pasó? ¿Estás herido? — Preguntó Willow con preocupación, revisando a su bebé en busca de alguna herida.
— No te preocupes, mamá, no es mi sangre — Le dijo tranquilo, pero su madre siguió revisándolo, pareciendo ignorar lo que dijo, Winter también se acercó a su hermano para revisarlo, queriendo asegurarse de que estuviera bien.
— Naruto, ¿Reconsideraste tu respuesta a mi propuesta? — Preguntó James, pareciendo suplicar con su mirada al albino.
— Mi respuesta sigue siendo no, general, prefiero pasar tiempo con mi familia, además, Beacon ha llamado mi atención — Respondió con calma, haciendo que el hombre bajara la cabeza y comenzara a murmurar, entre esos murmullos se escuchó Ozpin y roba alumnos.