NAHIA
Unas cuantas horas después, ya había desempaquetado todo y colocado en su sitio, a pesar de que me faltasen la gran mayoría de muebles, pero lo esencial ya estaba organizado.
Siempre he sido de las personas que necesitan tener todo bajo control, nada podía salir mal y tampoco podía permitirlo. La organización y la perfección eran parte de mi personalidad y eso era algo que a mucha gente molestaba, pero me juré que nada ni nadie me cambiaría.Como ya lo tenía todo listo, decidí sentarme en el suelo y sacar el ordenador, para ir pidiendo algún que otro mueble, por suerte la cama y toda la cocina se salvaban, puesto que venían incluidos con el piso.
Echándole un vistazo a varias páginas, no pude evitar en concentrarme en el ruido que había fuera, en el pasillo, se escuchaban voces.
Me acerqué un poco más, para saber a qué se debía tanto barullo, hasta que por un momento esas voces desaparecen para un segundo más tarde, convertirse en pequeños golpes en mi puerta, así que sin pensarlo más de una vez, me levanté y la abrí.Detrás de esta, se encontraba una joven sonriente, su pelo era cobrizo y algo rizado, su color pálido de piel resaltaba las pecas de su nariz, sus ojos eran de color caramelo, dulces y tiernos.
-¡Hola!- soltó con emoción - Soy Ashley, una de tus vecinas, vivo en el primero piso...y este es Aiden, vive en el cuarto piso- Sigo su mirada, hasta el joven que hay a su lado, el mismo con el que me choqué al llegar, de nuevo, no muestra ningún tipo de emoción, solo me mira, fijamente.
-Yo soy Nahia, encantada- digo con una sonrisa.
-Perdón que te molestemos Nahia, pero Aiden me dijo que había visto a la nueva vecina y no pude evitar venir a saludarte- dice imitando mi sonrisa, pero la suya es más acogedora.
El supuesto Aiden solo se cruza de brazos mientras se apoya en el marco de la puerta, intimidante pero algo aburrido.
-Solo somos cuatro en este edificio así que sería genial que todos nos conociéramos un poco, bueno aunque Aiden, Ian y yo ya lo hagamos desde hace tiempo- comenta Ashley, con su sonrisa aún intacta.
-¿Ian?- pregunto confusa.
-Ian es el que vive en el segundo piso, ahora no está, pero más tarde podrás conocerle- me responde Ashley.
-¿Os conocéis desde hace mucho tiempo?- continúo preguntando, me picaba la curiosidad, hablaba de todos como si de familia se tratasen.
-Bueno, desde hace unos meses, yo me mudé en agosto y cuando llegué ellos ya estaban- responde de nuevo, dándole un codazo juguetón a Aiden el cual pareze estar acostumbrado a ello.
- Al principio intimida un poco...pero estoy segura de que cuando os conozcáis se abrirá un poco más- dijo esto último en un susurro, refiriéndose a Aiden, quien la observaba con una sonrisa burlona.
- No la hagas ni caso, Ashley parece muy amable, pero te aseguro que dentro de unos días te arrepentirás de haberla conocido - dijo este mismo regresando el comentario a su amiga, de manera sarcástica - Aunque dudo que ella y yo nos llevemos tan bien - soltó, esta vez mirándome a mi, y por la forma en la que me inspecciona con sus ojos, no era una broma.
Yo le dedico una sonrisa aburrida y falsa, imitando su actitud.- Es un bobo...¡A Aiden ni agua! - bromeó Ashley, la relación de ambos me daba a entender que eran algo más que amigos, pero quizás no estaba en lo correcto, preferí ahorrarme la pregunta - Bueno, nosotros nos vamos, que seguro que estás ocupada deshaciendo cajas...aunque si necesitas ayuda no dudes en avisarnos - volvió a dedicarme otra de sus dulces y sinceras sonrisas.
- ¡Claro! Gracias- dije algo seca de manera inconsciente, que provocó una mirada curiosa por parte de Aiden.
- Toma, aquí tienes mi número, cualquier cosa me llamas y si no, ya sabes, primer piso- Acepté la pequeña nota que Ashley me ofreció y asentí con la cabeza mientras observaba como ambos se marchaban.
Seguido entré de nuevo a mi apartamento y cerré la puerta después de mi, apoyándome en ella mientras observaba algo feliz la nota.
Algo me decía que conocerlos iba a ser la mejor decisión de mi vida...¿Estaría en lo correcto?
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En el mismo edificio
RomanceCuatro jóvenes de distintas ciudades coinciden en un mismo edificio, compartirán momentos memorables y quién sabe si el amor surge entre ellos....