La noche se abría paso en el reino de Camelot donde comenzaba a resaltar el brillo de las linternas que alumbraban las calles del pueblo. Un espectáculo maravilloso desde el ventanal de la alcoba real. Sin embargo en ese lugar había un asunto que impedía apreciar por completo esa belleza nocturna.
Tan inusual para cualquiera, tan común para ambos involucrados. Solo se trataba de un encuentro recurrente entre el rey y su caballero.
—Yo daría mi vida por usted, y aún así, ¿cree que ellos son mejores que yo? — el caballero impactó su mano contra su propio pecho con algo de fuerza, su mirada era un eterno misterio por el yelmo que la cubría.
—¡¿Qué?!— el rey lo miró con sorpresa e incredulidad — Eso no es lo que yo dije.
No diría que no se encontraba ofendido, Lancelot comenzaba a sentir de más la presión y manifestaba su incomodidad mostrándose a la defensiva. Después de todo, su lado sentimental era muy difícil de manejar incluso para sí mismo.
—Mi punto era que incluso ellos me hacen sentir en más confianza que tú— el monarca tomó unos segundos de silencio para ordenar sus ideas, se le notaba un poco alterado— ¿Pero que esperabas? Siempre me evitas e impones un gran muro entre nosotros cada que intento acercarme.— se cruzó de brazos al reclamar, encarar la arrogancia de su caballero siempre los llevaba a discutir— Cómo si solo quisieras evitarme, ¿Esperas que confíe en alguien que parece huir cada que me acerco?
—Cumplo con mis deberes siguiendo fielmente su ley, ¿Eso no demuestra mi compromiso y que soy digno de su confianza?— Lancelot trataba, de verdad trataba, pero era difícil poder controlar sus palabras.
—Ese es el problema. Esto,—se señaló a sí mismo— ¡todo esto!, — extendió su brazo en dirección a la ventana de su habitación, la cual daba a una pacífica vista del reino y su pueblo— no son más que un compromiso para ti,— se acercó a paso firme, señalandolo de forma acusatoria, deteniéndose al encontrarse a una distancia prudente.
Lancelot no dudó en defenderse, no le gustaba sentirse acorralado.
—¿Y acaso no es así para todos?— cuestionó sin cuidar el filo de sus palabras, su irritación no parecía querer dar marcha atrás— Todos los caballeros guardamos un juramento regido por un compromiso sagrado. Es algo que llega a estar incluso por encima de la voluntad misma.
—Si me dejaras terminar...— nuevamente el rey suspiró, a esas alturas no debería ser tan difícil inferir cómo se sentía— la cuestión aquí es que tu juramento ya cumplió su tiempo de vigencia, ¿O me equivoco?— comenzó a caminar, de ida y vuelta, de forma lenta, como si solo tentara a terminar por derramar la cordura que mantenía controlado a Lancelot— Querías ganar mi confianza a como dé lugar y fuiste muy insistente al respecto. Fue un fastidio tener que lidiar contigo al inicio— confesó.
Aquellas palabras ocasionaron algo en el caballero, como si una corriente helada recorriera por su espalda generándole un ligero temblor que trató de disimular, no hacía más que apretar su mandíbula con fuerza por el desastre de emociones que sentía.
—Pero lo dejé pasar porque prometiste que te irías tras "cumplir tu misión". Y luego... Demostraste ser alguien digno de respeto y admiración, fueron tus acciones las que te llevaron a formar parte de la mesa redonda— se acercó nuevamente, esta vez sin conservar distancia y posó una de sus manos sobre el hombro de Lancelot, mostrando un semblante más calmado, tal vez producto de recordar todo ese trayecto— fueron tus acciones las que te llevaron a ser mi mano derecha, mi caballero de confianza y por quién estaría dispuesto a dar mi vida sin preocuparme por las consecuencias.— le fue inevitable sonreír en busca de transmitirle el sentimiento.
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TRUST ||Sonadow||
Fantasy"Si quieres involucrarme en tu vida, no quiero ser tu propósito. Quiero ser tu compañía." Ahora que sentía tan cercano el miedo a perderlo, solo le quedaba una opción. Confiar. -*- Los personajes no me pertenecen -*- De corazón... Gracias por leer...