Nada es lo que parece (SEVENTEEN The8 y tu)( Adaptación)

Capítulo 20

*Narra Ming Hao*

Las palabras de Vernon me dejaron bloqueado. ¿"El amor de su vida"? ¿Pero cómo? Él maltrato mucho a (TN) y también la hizo sufrir, y ahora resulta que la amaba y es el amor de su vida. No entiendo.

Me dirigí de nuevo al hospital y mientras iba camino a este estuve analizando cada palabra que Vernon me dijo. ¿En qué afectaría si yo me quedaba en ese lugar? ¿Por qué habría de perder al amor de vida? Creo que no se había dado cuenta de que ella y yo ya no estábamos juntos desde hace un tiempo, antes de que viajaramos a Alemania.

Llegué al hospital y todos los chicos estaban muy sonrientes, lo cual me ponía feliz. Quería suponer que habian buenas noticias de (TN).

- ¿Qué ocurre?! - dije emocionado.

- Es que (TN) ya desperto - dijo Hoshi muy alegre por ello.

Mi niña se había salvado eso me elevaba el animo. No podía esperar a verla así que pedí permiso para entrar a su habiacion y darle el primer saludo.

- Hola (TN) - dije nervioso.

- ¿Ming Hao? ¿Eres tú? - dijo con una voz suave. A penas si podía estar consciente.

- Si (TN). ¿Cómo te sientes? - dije preocupado.

- Estaba bien, pero ahora mejor de saber que estas aquí - contestaba mientras tenía sus lindos ojos cerrados.

Inevitablemente sonreí ante esas palabras. Le daba gusto verme. Me moría por saber la razón por la cuál me terminó. Hasta que recordé, fue por las fotografías mías con Kayslee disfrazada.
Aún así, no era el momento de mencionar ese tema.

- Linda, creo que estas muy cansada ¿Te parece si te dejo dormir? - le dije.

- No Ming Hao, por favor no te vayas de nuevo. Perdon. - dijo.

- ¿Pero por qué? Perdoname tu a mi por no quererte escuchar.

- No hay nada que perdonar. - dijo mientras yo le sonreia.

- Bueno pequeña tengo que irme pero sabes que estare aquí siempre que lo necesites ¿si?

- Gracias Ming Hao, por todo.

- Adios linda.

Entonces salí de su habitación, estaba más que feliz. El amor de mi vida había salido de un profundo coma y por lo que parecía, estaba dispuesta a perdonar mis errores. Las cosas nuevamente estaban saliendo bien.

Resultaría totalmente imposible que ahora alguien quisiera mantenernos separados. Sabía que (TN) y yo teníamos los mismos sentimientos y cuando dos personas se corresponden nada las puede separar. O al menos esa era mi idea.

Después de un rato de espera en el hospital y sin tener noticia alguna de (TN) decidí bajar a la cafetería por un bocadillo. Lo malo es que esta estaba temporalmente cerrada y recordé que a una cuadra del hospital había otra cafetería.

Comí, pagué y me retiré. Iba camino al hospital y justo antes de entrar me jalaron de manera que me impidieron la entrada a este.

- ¡No Ming Hao, no lo hagas! - dijo Vernon mientras me jalaba alejandome de la puerta de entrada.

- ¿Qué te ocurre Vernon? ¿Qué no haga que? - dije extrañado.

- ¡No entres al hospital!

- ¿Por qué?!

- ¡Por qué ella ya lo sabe, sabe que estuviste en el hotel escuchandonos y si te acercas a (TN) va a hacerle daño! ¡VA A MATARLA!

- ¿CÓMO QUE "VA A MATARLA"? ¿Quién?! - dije muy asustado.

- No puedo decirte, solo dime una cosa ¿La amas muchísimo? - preguntó Vernon.

- Por supuesto que sí. Y en este mismo momento voy a entrar para... -dije cuando Vernon me interrumpió.

- ¡No The8! ¿Qué te acabo de decir? Mira yo también la amo muchísimo y es por eso que me alejé de ella. Después te contaré la versión de mi historia. Por ahora lo que tienes que hacer es hablar con Hoshi, S Coups, Seung Kwan y los demás, y decirles que se lleven a (TN) de regreso a Corea del Sur.

- Perdón, pero no confió mucho en ti en los asuntos que involucran a (TN).

- Ming Hao, te lo pido, ¡Por favor! Tenemos que mantenerla a salvo, a demás estará con ellos, va a estar bien.

- Muy bien. - dije mientras las lágrimas se me comenzaban a escapar.

Así que le marqué a Hoshi para decirle que sacara a (TN) de Alemania. Obviamente pregunto por las razones que le pedía eso pero no podía contarle. Solo le dije que confiara en mi y que pronto yo estaría de vuelta en Seil.

Esperamos dos días a que (TN) se encontrara mejor. Entonces fue dada de alta en el hospital, se dirigió junto con los chicos al aeropuerto y regresaron a Seúl. Lamentablemente yo no pude despedirme de ella, pues tenía asuntos que atender con Vernon.

- Ahora si. Cuéntame Chwe ¿Cómo que amas mucho a (TN)? - dije.

-- Si, así es.

- Y entonces ¿Por qué la dañaste tanto?

- En su momento lo sabrás. Ming Hao, hemos sido amigos desde hace mucho tiempo y tienes que confiar en mi.

- ¿Cómo confiar en un hombre que golpea a una mujer y a demas le es infiel? - le contesté furioso.

- Mira, lo de la infidelidad tiene explicación. Lo del golpe, se que a una mujer no se le toca ni con el petalo de una rosa y no sabes cuan arrepentido estoy sobre eso, pero pronto te diré todo lo que pasa. Primero tenemos que planear la venganza.

- Pero yo no tengo por que ayudarte a toma venganza de algo que no me incumbe.

- (TN) te importa ¿no?

- ¿Y eso qué tiene que ver?

- Muy bien Ming Hao, te contaré un poco de la historia para que me puedas comprender mejor.

Y entonces lo escuché por un tiempo, tratando de comprender un poco la situación. Al final me convenció de ayudarlo con la venganza.

La historia era confusa pero la mayoría de ella era entendible y comprensible. Aún así habían cosas que por más que Vernon insistiera que las hizo por el bien de (TN) no cuadraba la explicación y esas cosas no tendrían remedio jamás.

En fin, Vernon era mi amigo y, afortunada o desafortunadamente, ambos estábamos enamorados de la misma chica.

Afortunadamente porque los dos queríamos protegerla y así (TN) estaría mas segura.

Desafortunadamente porque nunca funciona que dos amigos amen a la misma mujer.

A fin de cuentas, Vernon y yo estábamos dispuestos a entregar todo con tal de que nadie le tocara un cabello a (TN) y estaríamos trabajando en eso por un buen rato. Pero mientras... ¿Qué estaría haciendo mi (TN) en Corea del Sur ? ¿Estaría bien?

*Narras Tú*

Estaba de vuelta en Seúl, pero la situación ya no era la misma. Tenía mucho miedo. No quería salir sin compañía al exterior. Y lo peor de todo es que Ming Hao decidió quedarse en Düsseldorf. No entiendo porque. Yo pensé que ya me había perdonado.

En fin, procuré verme lo más tranquila posible y lo más segura, por supuesto. Quería reiniciar mi vida y olvidar lo malo. Aunque no sabía las cosas que aún me estaban esperando.