Capítulo tres

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El cielo se ha iluminado. Ya no son las cinco de la mañana, sino las nueve. Casi cuatro horas caminando. Al parecer Adelaida ya se encuentra como nueva, según ella, aunque yo la sigo viendo un poco rarilla. El color de sus ojos ni siquiera se puede considerar verde, ahora es un marrón claro.

—¿No te has fijado en que Ade tiene un color diferente de ojos? —le digo a Newt, que camina a mi lado.

—Sí… es raro. Han adquirido un tono marrón que no me gusta ni un pelo. Estoy preocupado.

—Supongo que será alguna reacción por el ataque.

—Había leído, hace tiempo, que depende de cómo te atacaran los zombies, podía afectarte de una manera u otra.

—¿A qué te refieres?

—Ya sabes… pueden llegar a…

Newt es interrumpido por un grito femenino que conozco perfectamente.

—¡Mirad! —exclama Adelaida, señalando el norte—. ¡Eso es una aldea!

Alzó la vista y es cierto que se puede apreciar un pequeño pueblo, en lo alto de una montaña. Logan se pone en cabeza y nos dice que miraremos si la aldea está en condiciones para quedarnos ahí.


Aproximadamente dos horas después, estamos a los pies de la entrada. Estamos hambrientos. Llevamos sin comer desde hace veinte horas. Lo único que hemos ingerido ha sido una manzana cada uno, sacada de los árboles del camino.

El pueblecito está protegido por un pequeño muro. Logan, con ayuda de dos oficiales, consigue pasar por encima y cruzarlo. Nos abre desde dentro.

—Con cuidado, reuniros en el terreno de allí —señala a la derecha—. Voy a echarle un vistazo.


Hablando y esperando se me pasan los minutos volando. Escucho unos pasos a nuestra espalda, me giro y me encuentro de lleno a Logan, junto a un hombre regordete, barbudo y canoso. Tienen cierto parecido.

—¡Aquí Logan! —llama la atención de todo el mundo—. Este es Max, el único que habita aquí —Max nos saluda a todos con un breve movimiento de manos—. He hablado con él y nos permite quedarnos por un tiempo, solamente cumpliendo sus normas. Tenemos habitaciones de sobra, una cocina decente y baño. Lo justo que necesitamos. Si le damos la suficiente confianza a Max, tal vez podríamos quedarnos para siempre, ¿cierto? —le dedica una mirada cómplice al hombre, que asiente.

—Gracias —decimos unos cuantos al unísono, dirigiéndonos a Max.

—Bueno, bienvenidos a "Eldoria Sombría" Mis reglas son bastante sencillas; tener respeto y no modificar nada en la aldea. Voy a haceros unas pruebas para ver a qué os podéis dedicar cada uno, no os penséis que estaréis aquí de gratis. Algunos os especializareis en armas, otros en la huerta, otros en medicina y finalmente otros en cocina. Y, como ha dicho Logan, si me caéis bien y me demostráis confianza, os dejaré quedaros aquí.

—Perfecto. ¿Alguna duda? —pregunta Logan.
—Yo —dice un chico pelirrojo—. ¿Y si hay alguien al que no se le da bien absolutamente nada?

—Eh… —Max duda—. Supongo que deberé echarlo.

«Agárrense que vienen curvas».

Super cortito pero bueno.

Un beso.

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⏰ Última actualización: 6 days ago ⏰

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