Capitulo1

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Estoy acostada en mi cuarto, un día normal, sintiendo calor porque estoy tapada hasta la cabeza, teniendo miles de problemas en mi mente sin saber qué hacer. Llegó el momento en que me quedé mirando fijamente el suelo como una tonta, hasta quedarme casi dormida, hasta que escucho la voz de mi madre.

_Tatiana, vamos, no puedes estar siempre acostada, dice.

Yo la ignoro por completo y sigo acostada hasta que vuelvo a escuchar su voz.

_Tatiana, ya me cansaste. Estás todo el día acostada y deprimida. Esto ya me cansó. Vas a reprobar el año así.

Yo no dije nada y me levanté, yendo a la sala donde estaba mi madre. Ignorándola, agarré las cosas del colegio. Ella solamente se quedó mirándome un minuto, seria, hasta que yo la miré y ella dijo:

_¿Por qué haces esto? ¿Qué te pasa? Estás cada vez más deprimida, no tienes amigos y no le pones onda a la vida, Tatiana.

Me quedé mirándola y le dije: _No necesito amigos para ser feliz. Dije en voz baja, pero en un tono que se podía escuchar, mirándola.

_Pero si tuvieras amigos, serías feliz y no estarías en depresión. Hace tres días que no te bañas,
respondió.

Yo solo la ignoré y me puse a hacer mis tareas. Mientras las hacía, tenía un nudo en la garganta y trataba de no mirar a mi madre porque tenía los ojos llorosos. Ella tenía tanta razón, pero a mí me da mucho miedo socializar; me da terror. Solo quiero estar acostada en mi cama, toda desordenada, y dormirme diez horas como mínimo.

Cuando terminé de hacer la tarea, me vuelvo a ir a mi cuarto y me vuelvo a acostar. Total, mi hermano no estaba; se había ido con su amigo Max. Supongo que es su amigo; no lo sé, no me importaba. Mi hermano y yo somos muy diferentes en aspectos físicos y de personalidad. Él es blanco, de ojos verdes, castaño, con pecas y muy sociable. También ama el deporte; practica boxeo. En cambio, yo soy morena, con cabello ondulado y ojos marrones, con muy pocas pecas. Todos me dicen que tengo un lindo físico, pero no creo eso.

En ese momento, sigo acostada, viendo el techo, y escucho que tocan la puerta de la casa y la voz de mi hermano. También se escucha otra voz, pero no logro reconocer de quién es. Mi madre dice, en un tono alto, mientras se ducha:

_Tatiana, ábrele a tu hermano. Me estoy duchando

Me quejé y me levanté, yendo a abrirle la puerta a mi hermano mayor. Dando cada paso, sentía nervios en mi estómago porque había alguien más con él que yo no conocía. Abrí la puerta y me quedé mirándolos por unos segundos.

_Hola, Tatiana. ¿Tardaste para abrirme la puerta?, dice.

_Estaba acostada, no soy tan rápida", respondí con tono serio, y rodé los ojos cuando miré al chico que estaba con mi hermano. En realidad, sentía nervios, muchos nervios, cuando lo vi. Es un chico de tono blanco, pelo liso castaño y de ojos marrones, era alto, tal vez medía unos 1.70. Él me mira y me sonríe; parece ser bastante buena onda y sociable. Es lindo, pensé, hasta que mi hermano interrumpe mis pensamientos.

_Max, pasa, no tengas vergüenza.

El chico asiente con la cabeza y entra adentro, y cuando da un paso, dice:

_Con permiso.

Yo no dije nada y me fui a mi cuarto, callada, me volví a acostar y miré mi celular, y me puse a ver una serie. Escuché que mi hermano y su amigo hacían un alboroto en la sala, molestando mi ruido, así que fui y cerré la puerta del

Aquí continúa el texto corregido:

...me fui y cerré la puerta del cuarto para ya no escucharlos. Pasan las horas y yo sigo encerrada. Empieza anochecer y yo sigo en mi cuarto, y era la hora de darle la comida a mi conejito. Pensé que justo ahora mi madre me va llamar para darle la comida al conejo. Espero que no, no quiero ir a la sala a buscar la comida de mi conejo. Tenía muchos nervios y vergüenza.

Hasta que escucho la voz de mi madre.

_Tatiana, dale la comida a tu conejo.

Me puse aún más nerviosa. Escuché lo que no quería escuchar precisamente. Me levanté y fui hacia la sala. Mi hermano estaba con Max, su amigo, sentados hablando. Los miré y luego agarré la zanahoria y luego agarré un cuchillo para empezar a cortar la zanahoria.

_¿Quieres que te ayude?, pregunta Max amigablemente.

Yo asentí con la cabeza y solté una carcajada, y dije:

_Sí, gracias.

En el momento que le doy la zanahoria y el cuchillo, rozamos nuestras manos. Yo estaba super nerviosa, tratando de ocultarlo, pero no podía. Él empieza a cortarla en tiras.

_¿Así está bien?, dice mirándome.

_Ehh, sí, digo mirando cualquier lado menos a sus ojos para no demostrar que estaba nerviosa.

Él suelta una carcajada mirándome y se da cuenta.

_¿Qué?, digo.

_No, nada, dice y niega con la cabeza.

Mientras mi hermano nos mira y luego vuelve a poner su mirada en el celular.

Cuando termina de cortar la zanahoria, la pongo en un tarrito y me voy a darle al conejo. Mientras le doy la comida al conejo, hablo con él solo en la parte trasera de la casa.

_¿Se habrá dado cuenta, Popi?, digo mientras le doy de comer y lo acaricio.

Luego de darle de comer, me voy a dar una ducha y escucho que mi hermano se despide de su amigo Max.

Y ahí vuelvo a pensar en lo que pasó hoy y en el momento que rozamos las manos. Tenía la piel tan suave y cálida, las venas le sobresalían y tenía las manos grandes, unos dedos largos. Y sus brazos se veían que entrenaba; los tenía tan fuertes, tan lindos. Tenía esos músculos. Pensé en mi mente: "Debe entrenar con Ethan, mi hermano".

Terminé de bañarme y mi padre me llama para cenar.

_Tatiana, a cenar.

_Ya voy, digo mientras me termino de peinar el cabello.

Apenas termino, voy a cenar. Mi madre hizo pizza, y mi hermana menor Dafne se sienta a mi lado y Ethan, mi hermano, enfrente.

Mi padre interrumpe el silencio.

_¿El que vino hoy es tu amigo, Ethan?

_Sí, es mi amigo de boxeo y también va al gimnasio conmigo.

Yo pensé: Si, lo sabía por algo tiene unos tremendos brazos.

Mi padre asiente con la cabeza y dice:

_Mira que bueno. ¿Tiene tu edad?

_No, él tiene 16.

Mi padre dice:

_Igual que tu hermana.

Mi madre se mete en la conversación y dice:

_Puede ser tu amigo, Tatiana.

Niegué con la cabeza.

_No quiero amigos.

Luego de eso, no dije una sola palabra. Cuando terminé de cenar, ayudé a levantar la mesa y luego me lavé los dientes y me volví a acostar. Miré un rato el celular, pero tenía tanto sueño que se me cerraban los ojos solos.

Dejé el celular y cerré los ojos mientras sigo pensando en ese momento que rozamos las manos. Sigo pensando en el amigo de mi hermano, Max, hasta quedarme completamente dormida.

Autora: Holi

Primer capítulo. Perdon no me explico bien, pero de a poco voy a ir sabiendo expresarme mejor. Si te gustó, da tu voto. Que tengas un lindo diaa🫶🏽

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⏰ Última actualización: Nov 08 ⏰

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